Haber, el científico judío y héroe de guerra alemán

Fritz Haber
(Fritz Haber)

Fritz Haber, fue un importante químico alemán nacido en diciembre de 1868 y fallecido en Suiza en 1934. Que falleciera en esas fechas y lugar ya les debería dar alguna pista sobre la evolución de su vida en Alemania, pero comencemos por el principio.

En 1918 recibió el premio Nobel de Química por sus investigaciones sobre las síntesis del amoniaco, había descubierto un proceso que permitía convertir nitrógeno en amoniaco, lo que fue esencial para el desarrollo de fertilizantes y explosivos. Sus conocimientos fueron clave para la puesta en marcha de la guerra química de Alemania en la Primera Guerra Mundial, y en ocasiones se habla de él como padre de la guerra química moderna, gracias a los procesos que creó para la producción de armas basadas en gas cloro, entre otros.

Era un gran científico y su patriotismo le llevó a colaborar con su país sin otro tipo de miramientos, como hicieron tantos otros. Comenzó a pagar esta colaboración militar muy pronto. En 1915 viajó al frente oriental para supervisar el uso de las armas químicas en la guerra de trincheras y, al día siguiente de su partida, su esposa, Clara, que también era química, se suicidaba con la pistola de su marido horrorizada por el uso que se estaba dando a las investigaciones y conocimientos de este.

Durante la guerra, y tras ella, Haber siguió anteponiendo su patriotismo a todo y no dejo de colaborar con el mundo militar. Investigó más profundamente sobre los gases venenosos y el instituto de Berlín en el que trabajaba acabó creando el Zyklon A, pensado primero como insecticida, pero que acabó sirviendo de base para el Zyklon B, el gas que los nazis utilizaron para exterminar sistemáticamente a la población judía.

Haber era de origen judío aunque según parece no se le puede considerar practicante. Por lo tanto, hubiera sido objeto de persecución por parte de los nazis, pero siendo un héroe de la Primera Guerra Mundial, conocido y reconocido por todos, estaba fuera de peligro. Así lo determinaban las leyes nazis, donde los veteranos de guerra judíos, y más los héroes, no sufrían el tratamiento, la persecución y la discriminación a la que sometían al resto de ellos. A pesar de esto, cuando le pidieron a Haber que despidiera a algunos de sus colaboradores por ser judíos, nuestro protagonista demostró su ética renunciando a su cargo. Prefirió retirarse a colaborar de ese modo con la represión contra los judíos.

Lógicamente la decisión acabó por marcarle y aunque no fue perseguido, se vio obligado a dejar Alemania. No comprendía por qué se le trataba así y aseguraba que siempre había hecho lo mejor por su país, se había guiado por el patriotismo al que hacía mención anteriormente. Destrozado, y con su familia también exiliada, murió poco después de dejar Alemania. No llegó a saber lo que harían algunos de sus compatriotas contra otros de ellos, judíos estos últimos, usando los gases en los que tantas horas y esfuerzo había puesto Haber.

Fuente: Al servicio del Reich (la física en tiempos de Hitler), de Philip Ball

5 comentarios en “Haber, el científico judío y héroe de guerra alemán”

  1. Una historia fabulosa (como todas las que se dejan caer por aquí), pero mira a ver un pequeño error que se ha colado en "prácticante".

    Saludos desde Extremadura.

  2. No es que no fuese judío practicante. En realidad se había convertido al cristianismo.
    Defendió siempre su trabajo en la creación de armas químicas, y llegó a supervisar personalmente su uso en el frente en alguna ocasión. Eso le costó el suicidio de su esposa y el desprecio de muchos de sus colegas.
    Un saludo.

  3. En Absuluto quiero justificar el uso de cualquier tipo de arma, ni de ninguna guerra y tampoco cualquier tipo de violencia.

    Dicho lo dicho,quién primero usó este tipo de armas fueron los ingleses (desgraciadamente no puedo aportart un link para argumentarlo) y los alemanes dijeron, si ellos sí; nosotros también, y lo llevarón a extremos realmente eficientes.

    Como decía, no hago ningún tipo justificación pero lo "buenos" no eran "buenos" y los "malos" son siempre "malos". La Historia la escriben los vencedores.

    Espero haber sido claro, odio la hipocresía y la doble vara de medir en todo tipo de situaciones.

    John Silver, el Largo. Hoy en tierra.

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