Un viaje en coche, bourbon y la nueva era de la computación

Réplica de la computadora Atanasoff-Berry
(Réplica de la computadora Atanasoff-Berry)

Suelo decir, medio serio medio en broma, que el momento en el que más actividad mental tengo en mi día a día es el atasco matutino. Hay que aprovechar esa hora larga de coche de algún modo, más allá de los podcast, porque es un tiempo precioso. Por la tarde hay otro rato parecido, quizás algo más corto algún día, pero ya no está uno tan fresco. Y les digo esto porque la curistoria de hoy cuenta el nacimiento de una gran idea, precisamente al volante de un coche, que revolucionó el mundo de la computación.

El lugar fue un bar de Illinois y el momento diciembre de 1937. El hombre, John Vincent Atanasoff, profesor de física de la Universidad de Iowa nacido en 1903. Llevaba un tiempo dándole vueltas al diseño de un nuevo tipo de calculadora que fuera mucho más rápida que las que había en aquel momento, de funcionamiento electromecánico. En un momento de bloqueo y ofuscación cogió su coche y salió a conducir para despejarse. Después de un buen rato conduciendo y pensando, algo más de trescientos kilómetros para pasar de un estado a otro, un buen rato, como decía, paró a tomar algo en un bar.

Y en aquel momento salieron a la superficie todo el conocimiento que acumulaba de tiempo atrás y todas las reflexiones de aquellos trescientos kilómetros. La idea surgió allí, en el bar de Illinois: usar un sistema binario, es decir, basado en 0 y 1. Pensó en los circuitos que podían hacer realidad ese concepto, algo nuevo en aquel momento. Pensó en cómo crear memorias que almacenaran datos, esos 0 y 1, y lo veía claramente, veía qué hacer y cómo hacerlo. Cogió una servilleta del bar y garabateo su idea. Qué tópico el de la idea en una servilleta.

De vuelta en casa, en Ames, Iowa, trabajó junto con un estudiante llamado Clifford Berry en la creación del computador Atanasoff-Berry, una máquina pionera y revolucionaria que entre otras cosas tenía como uno de sus componentes una cadena de bicicleta. Eran tan ruidoso que cuando lo ponían en funcionamiento todo el edificio se daba cuenta. A pesar de todo ello, el Atanasoff-Berry fue el primer computador digital y el primer paso de una nueva era.

Todo comenzó tras un viaje en coche y una copa en un bar. El propio Atanasoff dijo que la idea le vino a la cabeza después de un poco de bourbon y un viaje en coche a 100 millas por hora. La próxima vez que se sientan bloqueados, piensen en esa opción, pero beban con moderación.

Fuente: The greatest science stories never told, de Rick Beyer

Nota: Tienen muchas historias como esta en la infografía sobre la historia de las Tecnologías de la Información elaborada por Curistoria y Exevi.

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