Una vaca contra el avance tecnológico

George Stephenson
(George Stephenson)

Da igual cuál sea el avance científico o técnico y en qué ámbito, siempre hay alguno que se resiste a ello incluso con las suposiciones y problemas más inauditos. Energía, medicina, computación… el cambio siempre produce rechazo y se buscan excusas para detenerlo aunque, y esta es una de mis frase favoritas: queramos o no, el mundo cambia.

En 1825 compareció en el Parlamento inglés un ingeniero llamado George Stephenson, que unos años antes había construido una locomotora a vapor llamada Blucher y que se encontraba trabajando en una versión mejorada y más veloz de la misma: The Rocket. El plan era hacer una vía de Liverpool a Manchester y algunos parlamentarios estaban preocupados porque un aparato mecánico cruzara la apacible campiña inglesa a la velocidad del rayo.

Las preguntas a las que hubo de responder el ingeniero fueron del tipo: ¿puede asegurar que no asustará a las ovejas, ni envenenará el aire; y que no perturbará la puesta de huevos de nuestras aves de corral?

Cuando un parlamentario le preguntó sobre qué pensaría él, Stephenson, de la desgracia que ocurriría si una vaca, obstinada, no abandonara la vía del tren cuando este se acercara; nuestro hombre, supongo que un poco harto ya, contestó: sin duda señor eso sería una desgracia, pero sólo para la vaca.

Es un ejemplo paradigmático de ese rechazo al cambio y al avance, que no digo que siempre sea bueno, pero siempre tendrá detractores. Hoy, casi dos siglos después, los trenes vuelan por los campos y las vacas siguen pastando y las aves poniendo huevos.

Fuente: Anécdotas de la historia, de Pancracio Celdrán

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.