El Pony Express, tan efímero como mítico negocio

Jinete del Pony Express
Jinete del Pony Express

Supongo que muchos de ustedes estarán al tanto de esas teorías en torno a la creación de empresas y la gestión de grandes proyectos que hablan de la adaptación, del cambio, de cómo hay que pivotar y moverse ya que lo uno pensó en un momento suele no funcionar y acaba mutando el algo totalmente diferente, y en algunos casos rentable. La competencia y la tecnología cambian el mundo todos los días. Por ejemplo, Youtube comenzó siendo un lugar de citas online; Paypal nació a partir de una idea para desarrollar software criptográfico para desarrolladores de PDAs; y Twitter era originariamente un servicio de podcast. Hace siglo y medio, Pony Express se enfrentó a algo parecido.

Pony Express era el servicio de correo urgente que cruzaba Estados Unidos de un lado a otro llevando mensajes. Comenzó en 1860 y en la cultura popular está instalado como un mito de las aventuras y del oeste: caballos, indios, grandes praderas, pistolas… Como decía, vio la luz en 1860 y después de algo más de un año y un cuarto de millón de dólares, sus propietarios estaban en bancarrota ya que el negocio era totalmente inviable.

En aquellos días ocho jinetes y unos quinientos caballos eran el activo principal de la empresa, que aseguraba que en unos diez días su correo estaría al otro del país. Los jinetes cambiaban de caballo cada poco tiempo para mantener un ritmo alto de galope. Como en nuestros días, los avances tecnológicos y la competencia acabaron con la idea de negocio original.

El telégrafo se implantaba de manera rápida y lógicamente no tenía sentido un servicio, además caro, que llevaba una carta en 10 días cuando un mensaje podría enviarse por telégrafo en unas horas. Un envío por el Pony Express tenía un precio de unos 5 dólares (90 dólares actuales, aproximadamente). En agosto de 1861 la red de telégrafo estaba plenamente extendida y por lo tanto el Pony Express era un servicio en gran medida obsoleto. Dos meses después, antes de final de año, cerró.

A pesar de su corta existencia, el Pony Express se convirtió en un símbolo de un tipo de vida y pasó formar parte de la cultura popular, aún siendo un total fracaso como empresa. No supo, o no tuvo ocasión, de pivotar, de cambiar su modelo de negocio y convivir con el telégrafo. Desapareció tan rápido como sus caballos cruzaban las llanuras del lejano oeste.

Fuente: The greatest stories never told, de Rich Beyer

3 comentarios en “El Pony Express, tan efímero como mítico negocio”

  1. Pues sí que creó un mito!! Por la de películas en las que aparece un jinete de estos, cualquiera diría que duró bastantes años más.

    Saludos,
    Vidia.

  2. Ya está aquí el tocanarices en vacaciones :-).

    A pesar de lo que todos decimos y pensamos, nunca cruzó de costa a costa el pais, sino que empezaba en Missouri ( St Joseph ) y terminaba en Sacramento ( California ).

    Tranquilos, ya me quedan pocos días de vacaciones y dejaré de molestar 🙂

  3. Gracias Vidia por el comentario.

    Lamastelle, lamento que se te acaben las vacaciones, pero sólo por ti 🙂 Gracias por el apunte/corrección, lo de "costa a costa" era más una expresión, aunque quizás poco afortunada en este caso. Disfruta de lo que quede de vacaciones 😉

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