El niño que hizo ver a Napoleón lo que era la guerra

Napoleón en Borodino
Napoleón en Borodino

He leído esta curistoria en un libro de Pancracio Celdrán y si bien podría ser una leyenda, es una historia tan bonita que debe aparecer aquí e incluso merece su momento en la gran película que aún está por hacerse sobre el Gran Corso, y que Kubrick no pudo llevar a cabo.

La batalla de Borodino, que tuvo lugar en septiembre de 1812, fue una de las más terribles y sangrientas de todas las guerras napoleónicas. Las tropas de Napoleón, la Grande Armée, se enfrentaron a las de Alejandro I de Rusia y aunque no hubo un vencedor total, los rusos se retiraron y la victoria fue francesa. Aquella tarde, tras la lucha, paseaba Napoleón por entre los muertos del campo de batalla cuando vio a un muchacho de su ejército, apenas un niño, en mitad de aquel sembrado de cadáveres tocando el tambor.
-¿Qué haces muchacho? ¿No sabes que tu sitio está donde esté tu regimiento?

El joven miró al hombre más poderoso de toda Europa en aquel momento y le dijo: “Señor, estoy en mi sitio. Estos son mi regimiento y esté que veis aquí caído era mi capitán”.

Napoleón bajó la cabeza y siguió su camino con semblante triste después de tocar levemente en el hombro al muchacho mientras decía:
Así es la guerra, feliz y alegre por la mañana y desgraciada al atardecer.

11 comentarios en “El niño que hizo ver a Napoleón lo que era la guerra”

  1. Felipe Augusto Galvis Orozco

    Que anécdotas tan interesantes, pero lo que más llama mi atención es la frase que pronunció Napoleón y que tu reproduces, gracias

  2. No veo relación entre el titular y la frase final de Napoleón: más bien sería al revés, fue Napoleón quien hizo ver al niño lo qué es la guerra.

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