Vivir para escribir o escribir para vivir

León Tolstoi
León Tolstoi

He tenido la suerte de entrevistar un par de veces a Arturo Pérez Reverte, ambas ocasiones conversaciones largas, en una suite del hotel Palace de Madrid y junto a @richartejedor. En casi una hora de charla da tiempo para hablar de muchas cosas, entre otras, cómo afrontar la escritura. Y decía el autor que hay escritores que comienzan a escribir muy jóvenes y viven en sus libros lo que no han vivido en la realidad, mientras que otros, como es su caso, viven y conocen mundos y gentes antes de empezar a verter todo eso en las historias y personajes. Me he acordado hoy de esto al leer unas palabras de Tolstói.

Lev Tolstói, fue un escritor ruso nacido en 1828 y que vivió hasta noviembre de 1910. Es uno de los más importantes autores de la historia de la literatura, siendo el creador de Guerra y Paz o Anna Karénina, entre otras. Aunque su forma de ver la vida cambió a medida que avanzaba esta, Toltoi nació en el seno de una familia acomodada, estuvo luchando en la guerra de Crimea y, por supuesto, escribió. Es uno de los casos, como decía, de escritor que vivió y escribió, aunque en este caso casi simultáneamente. En su diario dejó escrito lo siguiente:

Maté en la guerra, libré duelos en los que maté a mis adversarios, perdí a las cartas, eché a perder el trabajo fruto del sudor de los campesinos, los castigué cruelmente, me corrí juergas con mujeres fáciles y engañé a muchos hombres. Mentira, robo, adulterios varios, ebriedad, violencia, asesinato… No hubo delito que no cometiera.

El autor ruso llevaba todo esto es su mochila a la hora de escribir, pero también lo llevaba como una pesada carga sobre su conciencia. No hay que olvidar que vivió en unos tiempos que no son los actuales, pero aún así él percibía muchas de sus acciones como hechos deleznables. En cualquier caso, todo aquellos le sirvió para dejarnos grandes obras literarias.

Fuente: Vidas secretas de grandes escritores, de Robert Schnakenberg

3 comentarios en “Vivir para escribir o escribir para vivir”

  1. No solo nos dejó grandes obras literarias, también grandes obras de solidaridad y humanidad. Esa pesada carga (acumulada siendo muy joven) le sirvió pronto para emprender una transformación personal que lo llevó a liberar a sus vasallos (Tolstoi era un noble en una Rusia aún feudal donde los campesinos vivían como esclavos de aquellos), ejerció de maestro en la escuela que creó para dar cultura a aquellos mismos campesinos, mientras que el resto de la plebe rusa era, generalmente, analfabeta; desarrolló un pensamiento anarquista, se convirtió en vegetariano por la convicción de que nuestra capacidad de elegir nos niega el derecho a matar, aunque sea a un animal, y abandonó su mansión y posesiones (dejándolas a su mujer e hijos) para vivir en la más austera humildad, labrando la tierra junto a los que habían estado a su servicio.

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