Fuego amigo, literalmente

En las semanas anteriores al desembarco de Normandía, en la Segunda Guerra Mundial, diferentes ejercicios de entrenamiento se llevaron a cabo en el suroeste de Inglaterra, bajo el máximo secreto, como es lógico. Allí, cerca de Devon, algunas unidades que debían tomar luego la Playa Utah llevaron a cabo algunas acciones que a pesar de ser puro entrenamiento fueron hechas con munición real. No tardaron mucho en arrepentirse de aquella decisión.

En un determinado momento del ejercicio, los soldados se olvidaron de que estaban usando munición real y en lugar de disparar por encima de las cabezas de los soldados, de su mismo ejército, que estaban simulando tomar su posición, comenzaron a dispararles al cuerpo. De acuerdo con el informe oficial ningún soldado falleció, pero fueron varios los que acabaron heridos de gravedad.

Un día después, en una acción de entrenamiento de desembarco, una lancha fue atacada de nuevo con fuego real, pero en este caso aquel fuego no era amigo, sino enemigo. Unas pequeñas y rápidas naves alemanas atacaron a los soldados aliados en entrenamiento y estos, tomando el fuego que recibían como parte del ejercicio, no respondieron al ataque. Aquella confusión volvió acabar mal, con dos naves aliadas hundidas y una tercera seriamente dañada, lo que se llevó consigo las vidas de varios centenares de soldados. Durante diez años, hasta 1954, este hecho y el error de los mandos aliados fue mantenido en secreto.

Fuente: Military’s strangest campaigns and characters, de Tom Quinn

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