Baltassare Cossa, Juan XXIII |
Contra toda lógica, dos papas han llevado el nombre de Juan XXIII en la historia de la Iglesia católica, y para aumentar la rareza, uno, el que todos conocemos, el papa número 261 que ocupó el sillón de Pedro entre el año 1958 y el 1963, es considerado uno de los mejores y más bondadosos que han existido; y en cambio el otro, el Juan XXIII del siglo XV, ha pasado a la historia con más sombras que luces. En cualquier caso, hablemos de él, del primer Juan XXIII que existió.
Nacido en la provincia de Nápoles en 1370, tenía como nombre Baltassare Cossa y abandonó pronto su carrera militar para adentrarse en el mundo eclesiástico, donde llegó a cardenal en 1402. Cuando el Cisma de Occidente provocó que la Iglesia tuviera varios papas, hasta tres llegó a tener en un mismo momento, nuestro hombre abogó por quitar el título de todos ellos y elegir un papa nuevo. Así se hizo, pero ninguno de los antiguos renunció y se añadió a la lista de papas en vigor un nuevo, Alejandro V. Cuando este murió en 1410, Baldassare Cosa fue nombrado papa con el nombre de Juan XXIII, aunque seguía compartiendo su título con otros y todos se consideraban legítimos.
Hasta aquí cómo llegó al trono de Roma este papa, pero veamos cómo lo dejó tan vacante que hasta su nombre como papa volvió a quedar libre. Como no podría ser de otro modo en aquel tiempo, Juan XXIII apoyó a unos reyes en sus luchas contra otros en Europa, lo que le obligó incluso a dejar Roma e instalarse con su curia en Florencia. Enemigos, por lo tanto, nunca le faltaron.
Con el objeto de acabar con el cisma que seguía pesando sobre la Iglesia se organizó en 1414 el Concilio de Costanza, presidido por nuestro protagonista en un principio pero cuyo rumbo comenzó a torcerse para sus intereses. Y temiéndose lo peor huyó de la ciudad vestido con ropas simples y a caballo, todo lo contrario a como llegó, lleno de boato y esplendor. Pudieron más sus enemigos que sus apoyos y acusado de los más graves delitos (asesinato, sodomía, tortura…) fue encarcelado y obligado a dejar su posición como cabeza de la Iglesia. El 29 de mayo de 1415 fue destituido y se borró también su nombre de la lista oficial de papas, quedando así este libre de nuevo: Juan XXIII.
Hubieron de pasar más de quinientos años antes de que otro pontífice, cuyo nombre era Angelo Roncalli, en 1958, tuviera el valor de adoptar como suyo el nombre de Juan XXIII, el mismo que había usado un papa del siglo XV acusado de más de setenta cargos y cuyo nombre oficial fue borrado del listado de nombres papales.
Fuente: El giro: De cómo un manuscrito olvidado contribuyó a crear el mundo moderno, de Stephen Greenblatt
Hola, estupendo artículo, como todos los vuestros, pero hay un pequeño error: en el título se os ha escapado una X 🙂
Mil gracias Ángeles, lo solucionó ya mismo 🙂
En Wikipedia "En 1402 fue nombrado cardenal por el papa Bonifacio IX" y "ciudad en la que se doctoró en derecho canónigo en 1389". Las fechas que puso en el blog están mal: ¿Cardenal a los 19 años?
Gracias por el aviso. Por cierto, cardenal no a los 19 sino a los 22, tampoco está mal 🙂
Saludos.
1402-1370 = 32 años para ser cardenal (no 22)
Pues tienes razón, de nuevo. Estoy yo obsesionado con darle una carrera meteórica a este hombre 🙂
Gracias y un saludo.
Con lectores tan detallistas hay que tener un cuidado con las cifras exquisito… jeje.
Es un lujo que alguien se tome la molestia de avisar de los errores, que aunque pongo cuidado y mimo, los hay.
Gracias Rafael por tu comentario.
Saludos.
JUAN XXIII JUNTO CON JUAN PABLO I SON LO UNICO RESCATABLE DE ESA INSTITUCION TERRIBLE QUE ES LA IGLESIA.GRACIS POR TANTOS DATOS INTERESANTES..
NADIR
una autentica mafia,en los 1300 años ¡o menos!…que tuvieron para forrarse
En el caso de Juan XXIII comparto su criterio. Juan Pablo II, para mi quedó debiendo mucho con respecto a los escándalos de lavado de dinero en el Vaticano. Protegió a los culpables ya que le habían ayudado a hacer llegar dinero al sindicato Solidaridad en su natal Polonia y dejó ese problema a sus sucesores. Esto vino a repercutir incluso en el gobierno de Benedicto XVI. La penetración en el Vaticano del banquero Roberto Calvi (asesinado en Londres a pesar de que se fingió un suicidio) y de Sindona (el banquero de Dios) envenenado en la cárcel, nunca se aclaró
Algo en común tiene el primer Juan XXIII, ya que llegó a Papa con la ayuda financiera de Los Médici, quienes de pirata lo ayudaron a convertirse en sacerdote, Cardenal y Papa, ya en el papado le dió al Banco de los Médici la encomienda de controlar todo el dinero que la Iglesia recaudaba en Europa, nada mal.
Qué horror!!!!!!!!!!!!! La ignorancia es atrevida! El autor de este artículo debería de tomarse la molestia de ir personalmente a Florencia e investigar PERSONALMENTE quién fue Giovanni di Vici de' Médici y Baltazar Cossa. Luego podrá opinar con rigor histórico y no limitarse a copiar lo que otros ignorantes (que se consideran muy "doctos") opinan en sus blogs.