En el Imperio Romano los nombres se repiten

Esta tarde escuchaba en el programa de RNE El ojo crítico, una extensa entrevista a Amin Maalouf con motivo de la publicación de su último libro Los desorientados. En el mismo hay un personaje que se llama Adam y según comentaba Maalouf no es un nombre casual, sino que es el contrapunto al primer hombre: Adán. Decía que había tomado la idea de Rómulo y Constantino, primeros y últimos. Y esto, amigos, da pie a la curistoria de hoy.

Según la tradición, Rómulo fundó Roma junto con su hermano gemelo Remo, en el siglo VIII a.C. siendo además el primero, Rómulo, su rey fundador. Desde el mito, la tradición, viajamos hasta la historia real para cerrar el círculo, ya que el último emperador del Imperio Romano de occidente fue Flavio Rómulo Augusto, otro Rómulo. Con este emperador, nacido en Rávena, se da por concluido el Imperio Romano, aunque en realidad el imperio de oriente siguiera vigente algunos siglos más.

Pero curiosamente el Imperio Romano de oriente, también conocido como Imperio Bizantino, sufrió el mismo ciclo, es decir, empezó y acabó con un nombre: Constantino. La capital de este imperio estaba en Constantinopla, la actual Estambul, y empezó sus días con el emperador Constantino I en el año 306. Algo más de mil años más tarde, en el 1453, los otomanos acabaron con Constantino XI y con él se extinguió el Imperio Romano de Oriente.

Por lo tanto, el Imperio Romano, en sus dos vertientes, occidental y oriental, después de siglos de vigencia y por lo tanto después de muchos hombres en el poder, acabó como empezó. En ambos casos el último emperador tenía el mismo nombre de aquel hombre que dio origen al periodo.

5 comentarios en “En el Imperio Romano los nombres se repiten”

  1. Leyendo el artículo agradecería si alguien me confirmase lo siguiente
    Una vez leí que precisamente lo relatado en esta interesante Curistoria es el motivo por el que no se repiten los nombres del primer Rey desde entonces.
    Por ejemplo, que yo sepa en Inglaterra no ha habido un rey que se haya llamado Arturo II, ni un Papa llamado Pedro II.
    Cuando hubo noticia de que la Princesa Letizia estaba embarazada de su primera hija y todavía no se conocía si era niño o niña, los medios de comunicación se apresuraron a afirmar que si era niño debía llamarse Pelayo, como el Astur considerado primer rey de España a partir de la reconquista.
    Atendiendo a esta tradición, no va a haber ningún rey más llamado Pelayo.

  2. Interesante artículo, aunque se deberían hacer algunas puntualizaciones.
    1. No conocemos al primer rey de Roma. Rómulo, seguramente, es una invención.
    2. El último rey de Roma, técnicamente, fue Tarquinio el Soberbio.
    3. El último emperador de Roma fue, efectivamente, Flavio Rómulo Augusto, aunque las malas lenguas le llamaban, Augústulo, al compararlo con el primer emperador romano, Augusto (Otra coincidencia).
    4.Siendo el último emperador bizantino el número XI del nombre Constantino la coincidencia parece que fue buscada insistentemente.

    Respecto al comentario sobre Don Pelayo, éste fue, según la tradición, el primer monarca del Reino de Asturias, algo difícilmente equiparable a la realeza española actual, cuyo inicio podemos situarlos, con más precisión, en Carlos I. No obstante, en caso de seguir considerando el reino astur como el embrión de España, el primer monarca sería Vermudo I, un nombre de escasa tradición en la actualidad. Por esta regla de tres tendremos monarquía para rato, ¿no?

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