Las vicisitudes de Cien años de soledad

Hace unos días leía en El Confidecial un artículo sobre grandes novelas que en su momento fueron rechazadas por las editoriales y cuyo proceso hasta la publicación no fue nada sencillo. Uno de los casos que más me sorprendió fue el de Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez. No tanto porque le costara llegar a publicar, sino por el cúmulo de desdichas que le ocurrieron a aquel manuscrito.

Aunque he de reconocer que no he leído esta obra, cuestión a la que le pondré remedio tarde o temprano, parece claro que es una de las más importantes del siglo pasado y así lo han reconocido otros escritores, críticos, estudiosos literarios… e incluso los Nobel. A pesar de lo que ha llegado a ser, estos cien años comenzaron a escribirse gracias a que la mujer de García Márquez empeñó sus joyas. Después del esfuerzo económico, en tiempo y en talento para completar el manuscrito, cuando ya tenía el primer borrador, a mediados de la década de 1960, tiempo en el que no había ordenadores, copias de seguridad, ni similares, la mecanógrafa del escritor tuvo la mala suerte de dejar escurrir de sus manos las páginas manuscritas, antes de ser mecanografiadas, en pleno aguacero, lo que hizo que una parte del borrador fuera dañado.

Según contó en algún momento el propio Gabo, en 1966 trató de enviar desde México a Argentina la versión terminada de la novela, pero al pesar aquellas casi seiscientas páginas en la oficina de correos, se dio cuenta de que el coste de los portes era muy elevado y no podían pagarlo. Decidió dividir el paquete en dos y así enviar la primera parte de la novela a Buenos Aires y posteriormente hacer un segundo envío con el resto. La idea era buena y podría haber sido una solución, si no fuera porque envió por error las trescientas últimas páginas de la obra, es decir, la segunda parte de la misma, dejando la primera en México en sus manos.

Hubo suerte, ya que el editor argentino, Paco Porrúa, quedó fascinado por lo que leyó y le envió el dinero para que le enviaran la primera parte. Poco después estaba publicada y comenzó su camino hacia el éxito.

14 comentarios en “Las vicisitudes de Cien años de soledad”

  1. muy bueno el blog, me enganche hace unos meses, y en una semana lo lei todo! no sabes lo q tardaba en salir del baño, por distraerme leyéndolo… o lo tarde q me iba a dormir por la misma razón, llegando "fusilado" al trabajo!! te recomiendo fervientemente que enmiendes esa cuestión de no haber leído uno de los, para mi gusto, mejores libros escritos en la historia!! un abrazo desde argentina!!"

  2. Yo también te recomiendo la lectura de Cien años de soledad.

    Otro libro con "curistoria" (no te la pongo por si quieres hacer post) y también de lectura recomendable es La conjura de los necios.

    Un saludo y sigue así.

  3. Un libro más con curistoria: "En el camino" de Jack Kerouac, que parece que fue escrito casi a modo de pergamino.

    Un saludo y sigue refrescándonos con curistorias.

  4. Gracias por los comentarios.

    Saludos para el argentino. En algún momento lo leeré, seguro, pero se acumulan los deberes de lectura.

    Khaspah, le echaré un ojo a la conjura.

    Tengo en casa el de Kerouac, aunque también sin leer. Este solía escribir en papel continuo para no interrumpirse ni siquiera a cambiar la página.

    Saludso.

  5. Pecado capital para usted señor Prieto. 100 Años de Soledad es la novela más grandiosa de los últimos 100 años (joooooo!)… Bueno, quizás exagero, pero es GRANDIOSA. Una vez te enganches al tren del Gabo, seguro que querrás buscar otros títulos de este genio de nuestros tiempos. Un escritor Latinoamericano, pero que muy fácil se puede subir al pedestal de los grandes genios de la humanidad, plasmada en las letras. Saludos.

  6. Pues si, tienes razón en que hay novelas o escritos que en sus principios fueron rechazados por las editoriales, mismamente a J.K. Rowling,le rechazaron su primer manuscrito de Harry Potter en diez editoriales, antes de que Bloonsbury se la aceptase, ( diez editoriales cuyos directores, seguro estuvieron al punto del suicidio, al comprobar los euros y dólares que a supuesto la saga del mago en cuestión), otro tanto pasó en España y fue la pequeña "Salamandra" la que decidió su publicación, también pasó con "El código da Vinci", que las grandes editoriales no lo quisieron y lo lanzó la joven "Umbriel". Y no es que unas novelas o sagas sean mejores que otras, es que las editoriales, no tienen visión de negocio, y se empeñan en publicar libros que le interesan solo a unos pocos, aunque en conciencia sean mejores, pero en estos negocios no se trata de la calidad del escrito, si no de que se vendan muchos ejemplares, a si que Cien Años de Soledad, al final a tenido suerte, pudo perderse entre México y Argentina como muchos otros paquetes, y no poderla disfrutar. Feliz finde.

  7. Gracias Jota por el comentario. La verdad es que es complicado juzgar un manuscrito, y es normal que estas cosas pasen. Además, todo esto sirve para que los autores que reciben un rechazo de una editorial no se desesperen.

    Saludos.

  8. Cien años de soledad en si es una representación histórica de hechos reales en Colombia como la masacre de las bananeras por Chiquita Fruit Co. LA guerra de los mil días y muchas cosas surreales que pueden ser interpretadas como reales en el modo de ser del colombiano y su cultura. Recomendado, mi libro favorito.

  9. Gracias Andrés por el comentario y la recomendación. Desde luego, a juzgar por los comentarios, es un libro imprescindible, aunque no lo dudaba 🙂

    Saludos.

  10. Antes de leerla esa obra no las conto nuestro profesor de la academia pequeños fragmentos muy interesantes , yo que pensaba que estaba exagerando despues de clase a buscar la dicha novela y a la semana habia terminado de leerlo. La vicitudes de esta novela en mi pais se publico en periodico incluido infografia, paso por mil peripicias y hasta hacian la similitudes de esta obra con la vida de Gabo.

    Me gusta mucho tu blo bueno yo recien comienzo,

    Saludos

  11. Como dato adicional sobre Cien Años de Soledad, en el proceso de escritura de la obra, cuando el escritor tuvo que llegar al capitulo donde muere el Coronel Aureliano Buendia, Gabriel García Marquez entró en un estado de depresión que le duró varias dias-

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