Diego Marín, un pionero del mundo de la aviación

Me ha levantado la liebre de esta Curistoria un amigo que ha visitado este fin de semana el pueblo de Coruña del Conde, en Burgos. Por lo tanto, antes de nada: gracias Pepe por la historia y por la foto.

En Coruña del Conde nació en 1757 un inventor español llamado Diego Marín Aguilera. De familia modesta, la muerte de su padre dejó a Diego como cabeza de familia, con siete hermanos. Demostró su productiva cabeza desde joven y acostumbraba a inventar pequeños artilugios que ayudaban de algún modo a sus vecinos y a él mismo. Interesado por la mecánica del viento en los molinos (había ya trabajando en la mejora de algún molino), comenzó a estudiar cómo volaban las aves mientras pastoreaba. Observaba a las águilas volar e incluso construyó algunas trampas con las que atrapó águilas y buitres para estudiar sus alas y plumas.

Después de aquello, con la ayuda del herrero del pueblo, realizó un armazón y unas articulaciones de forja que componían una máquina-pájaro «con plumas» y todo. Aquel invento le llevó seis años de trabajo.

En mayo de 1793 subió con su rudimentario avión hasta una peña en altura y después de decir: “voy a Burgo de Osma, de allí a Soria y volveré pasados unos días”, saltó. Alcanzó unos 4 metros de altura y voló alrededor de 360 metros, aterrizando al otro del río. Se había roto un perno de la máquina y lamentablemente no pudo ir más allá. Los vecinos, a la mañana siguiente, cuando conocieron la historia, se burlaron de él y destruyeron el aparato.

Afortunadamente, este pionero del mundo de la aviación es hoy reconocido notablemente. Más de dos siglos después de su muerte se valora realmente su trabajo y avance. Un hombre sin estudios pero que llegó a volar en pleno siglo XVIII. Un pionero del mundo de la aviación.

8 comentarios en “Diego Marín, un pionero del mundo de la aviación”

  1. Bueno, que se rieron de él… es una forma de hablar.

    La gente pensaba que tenía alguna clase de pacto con el diablo y que la máquina era una máquina diabólica, luego si la quería reparar e intentar usar de nuevo, iba a ser acusado de herejía, brujería o cosas afines.

    En fin, así somos en Castilla 🙁

    Decir que en Burgos tiene su nombre un centro de enseñanza secundaria (Diego Martín Aguilera), y que en el parking del aeropuerto, hay una escultura/busto (acaso placa? no lo recuerdo bien) en honor a este humilde pastor.

  2. Memoria, estoy de acuerdo, es digno de admiración.

    Rubén, gracias por esos datos. Yo también soy de Castilla, pero más que el lugar yo creo que mandaban los tiempos. Siglo XVIII…

    Saludos.

  3. Soy un tímido lector que no suele comentar, pero esta vez tengo que hacerlo: muy buen artículo y muy buena historia.

    La de mentes brillantes y buenos inventos que se habrán gestado en este país y habrán pasado inadvertidos por los bruticos de los "vecinos" de los inventores…

  4. Errepunto, muchas gracias. Ya lo dijo Sheldon Cooper, es duro ser un visionario 🙂

    Gracias por comentar y deja de lado la timidez y anímate más veces.

    Un saludo.

  5. La historia desde luego es digna de ser conocida, y quizá podría servir de base a una película o, por lo menos, a una novela histórica… Además de la estatua de la foto, en Coruña del Conde hay un avión real al lado del castillo como homenaje. La vista conjunta del avión y el castillo resulta un poco chocante…
    Pepe.

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