En Madrid, en la calle cuchilleros, está el restaurante Botín. Según el libro Guinness de los Récords el restaurante más antiguo del mundo, aún en activo. No es mal récord ese, y aunque los cambios habrán sido miles, esperemos, no deja de tener cierto mérito seguir al pie del cañón después de casi tres siglos.
Desde 1725 ha estado abierto de manera ininterrumpida
Hay algunos restaurantes que abrieron antes y siguen abiertos, pero han cerrado temporalmente. De hecho, se considera al St. Peter de Salzburgo, un restaurante, la empresa más antigua de Europa. Pero el local austriaco ha cerrado en ocas
La Casa Botín fue fundada en 1725 y, según se puede ver en su página web, sus especialidades son el cochinillo y el cordero asado, cuestión que encaja por otra parte con un sitio de semejante solera. ¿O acaso podríamos imaginar que el restaurante más antiguo del mundo tuviera como plato estrella una tortilla de patata deconstruida?
Se dice que el mismo Goya sirvió de friegaplatos en Botín, pero quién sabe si esto es cierto. Lo que sí es un detalle de categoría, solera y tradición, mucho más que un Guinness, sin duda, es la aparición del local en la literatura. Benito Pérez Galdós habla del local en varias obras, como, por ejemplo, en Fortunata y Jacinta:
Anoche cenó en la pastelería del Sobrino de Botín, en la calle de Cuchilleros…
Autores españoles y extranjeros lo mencionan en sus obras
También habla Indalecio Prieto de él en su biografía, o Ramón Gómez de la Serna en sus Greguerías:
Botín es el gran restaurante donde se asan las cosas nuevas en las cazuelas antiguas.
Botín parece que ha existido siempre y que Adán y Eva han comido allí el primer cochifrito que se guisó en el mundo.
Han sido no solo estos escritores quienes lo citan, y no solo han sido autores españoles: Graham Greene, Frederick Frosyth, Scott Fitzgerald o John Dos Passos, también. Y, por supuesto, Ernest Hemingway. Pero este último ha estado en tantos sitios en España y su rastro abunda de tal modo que casi no suma puntos.
Dicho lo cual, y teniendo en cuenta que aún no he pisado la Casa Botín, creo que haré apunte mental de pasar por tan histórico lugar.
He ido varias veces con clientes. El sitio está bien para verlo, caótico, múltiples niveles…
De la comida, por ese precio, casi mejor hablamos otro día
Pues aunque sea rascándote el bolsillo una vez, deberías visitarlo.Vale la pena.
Gracias Kikas por la información.
Meg, ya veremos cuánto hay que rascarse el bolsillo 😉
Rico cochinillo
ñam, ñam 🙂
O sea, que es un restaurante de los de "cría fama y échate a dormir" por lo mal que sirven de comer ¿no?.