El soldado John Steele, durante los saltos en paracaídas en el continente que se llevaron a cabo en el día D, tuvo la mala suerte, o la buena, según como se mire, de quedarse enganchando por su paracaídas en la torre de la iglesia de Ste. Mére Eglise. Colgado del paracaídas por su arnés contempló cómo las tropas aliadas alcanzaban la ciudad y comenzaba un duro combate contra los alemanes.
Steele, que seguramente pensó que allí colgado no podría hacer mucho, fingió estar muerto para que lo dejaran tranquilo; y así sucedió. Los alemanes le ignoraron y pudo pasar el rato de combate sin ser molestado. Si hubiera hecho algún movimiento lo más probable es que fuera aniquilado al momento. Además, quién sabía si los vencedores serían los suyos o los otros.
Finalmente los vencedores fueron los enemigos, los alemanes, y el soldado Steele fue hecho prisionero aunque salvó su vida. Posteriormente consiguió escapar y volver al combate, consiguiendo por sus acciones la Estrella de Bronce al Valor y el Corazón Púrpura.
Actualmente nuestro soldado tiene un muñeco que lo representa colgado de la torre de aquella iglesia, a modo de homenaje. La foto adjunta al post lo muestra.
hola
esto es una buena historia
sí
gracias por compartirla
un saludo
Esto sale en la peli del día más largo…
lo de las D's hace que sea un poco difícil de leer…
Hoy es el lanzamiento de "El día D, la batalla de Normandía" del maestro Antony Beevor. Imagino que de ahí viene lo de las "Ds". Los posts de hoy de http://www.diadminutoaminuto.com están hasta perjudicando mi jornada laboral 😉 ¡Un día es un día!
Saludos.
Sempere
Interesante, solo observó y ganó mas que los que lucharon
de garqueta.
Jose Jaime, gracias por el comentario.
José Luis, lo de las "D" desparecerá esta noche y la verdad es que estoy de acuerdo en que complica la lectura. Tomo nota de ello. Forma parte de las acciones de "nuestro día D" (http://www.diadminutoaminuto.com)
Sempere, Dios no quiera que tu jefe lea este blog 🙂
Daniel… me temo que algo de razón llevas.
Este soldado canadiense fue herido en un pie de un disparo aún así se hizo el muerto y salvó la vida.
Conocía la anécdota, me encanta, es requetebuena!!
La segunda guerra mundial está llena de héroes, tanto en el bando de los aliados como en el de los alemanes, en aquel momento el mejor y más disciplinado ejército del mundo.
Tuvo una segunda oportunidad por su astucia, muy buena elección!
En su día hice para mi blog una série de entradas sobre la visión de la Segunda Guerra Mundial por la prensa falangista, la entrada sobre el desembarco es esta:
http://misviajesconhistoria.blogspot.com/2009/05/la-segunda-guerra-mundial-traves-de-la_12.html
lo digo por si os puede servir de algo…
Gracias por los comentarios, Duncan, Jelens y compañía.
Jose Luis, gracias por el enlace, le echo un ojo.
Saludos.
Si ya lo dice el dicho, "el cementerio está lleno de valientes". En este caso, aquél hombre hizo lo correcto.
Un blog genial.
Saludos.
paulsresurrection, tiene gracia esa frase, intentaré recordarla.
Saludos.
Actualmente, un maniquí caracterizado con el uniforme y el equipo cuelga del campanario para conmemorar la anecdota.Largas, muy largas debieron ser las horas hasta que llegó el amanecer para aquél soldado.Las tropas aerotransportadas fueron lanzadas de una forma bastante desordenada en toda la zona, les llevó dias reagruparse de una forma coherente, y todo eso peleando continuamente con las fuerzas alemanas.No fué algo fácil.
Gracias Rodericus por el comentario 🙂