La Piedad de Miguel Ángel

Parece que el gran Miguel Ángel se ha abonado al blog y que cada semana hace uso de dicho abono para dejar constancia de sus genialidades y peculiaridades. Hoy escribo sobre «La Piedad», obra finalizada en el año 1500 y realizada durante la estancia del artista en Roma. Creada para la basílica de San Pedro en el Vaticano, es una de las más famosas esculturas de la historia del arte y Miguel Ángel solo tenía 25 años cuando la llevo a cabo.
Todo lo dicho ya vale por si solo para que «La piedad» tenga un lugar aquí, pero además resulta que es la única escultura que el autor renacentista firmó. Según cuenta Giorgio Vasari, escritor y artista de aquellos tiempos y lugares, la historia que llevó a Miguel Ángel a dejar constancia de su nombre en la escultura tiene su gracia. Vamos a relatarla. Un día Miguel Ángel se acercó al lugar en el que había sido colocada «La Piedad» ya finalizada, y encontró a unos visitantes de origen lombardo contemplándola. Uno de ellos preguntó por el autor y otro le respondió: «Nuestro Gobbo, de Milán». Después de esto, el artista accedió una noche a aquel lugar y esculpió su nombre en la obra, y además lo hizo en un lugar preminente: el pecho de la Virgen María. El texto exacto que grabó en la obra es: «MICHAELACELUS BONAROTUS FLOREN FACIEBA», o lo que es lo mismo: «Miguel Ángel Buonarroti, el florentino, lo hizo».A pesar de hacerme eco de la historia, tal y como la he conocido, tengo mis dudas sobre lo que narró Vasari, al menos en cuanto a la forma y momento en el que se realizó la firma, pero no me negarán que parece escrita para este blog.

3 comentarios en “La Piedad de Miguel Ángel”

  1. Extraido del libro de Paloma Gómez borrero «caminando por Roma»

    Migel Ángel la esculpió recién cumplidos los veintiún años. Era todavía un artista casi desconocido, que no había firmado su obra y que no pensaba en hacerlo, hasta que oyó decir que aquella maravillosa Piedad era de Cristofono soleri, apodado «el jorobado de Milán». Ni corto ni perezoso, sino más bien indignado, se encerró aquella misma noche en la basílica. A la luz de un candil -cuenta Giorgio Vasari- cinceló sobre la cinta que cruza el pecho de la Virgen la inscripción en latín: Michael Angelus Bonarotus Florentinus faciebat. A cada uno lo suyo.

    Y esto es de mi cosecha:
    Gobbo=persona che ha la gobba, le spalle curve…o sea que tiene chepa.

    ¡Enhorabuena por el Blog!

    Koldo

  2. Grazie mile Koldo, mi ignorancia del italiano me hizo pensar, cuando leí la historia Vasari, que Gobbo era un tipo. Además, lo leí en un libro en inglés, así que ya el lío era total.

    Saludos y mil gracias por el apunte.

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