Los pechos de Mata-Hari

Bajo este nombre se esconde, como todos sabemos, una de las más famosas espías de todos los tiempos, aunque parece claro que también es una de las menos brillantes y relevantes. Su belleza era su mayor virtud y su mejor arma, ella lo sabía y lo explotaba. De hecho, mejor sería referirse a ella como bailarina en lugar de como espía, y además, una bailarina especializada en irse quedando sin ropa progresivamente. Steeptease le llaman ahora. Como decía, Margaretha Geertruida Zelle, nombre real del personaje, explotaba su belleza y además solía presumir de ser una señorita elegante y pudiente, incluso cuando la realidad desmentía ambas cosas. Se empeñó durante años en guardar las apariencias, con enormes esfuerzos, también es cierto. Un ejemplo de esta forma de pensar lo tenemos en la misma noche en la que fue detenida. Le soltó a los policías que fueron a buscarla: “Estoy sin arreglar. A una dama no se la visita a estas horas sin avisarla”. Muy digna ella en su expresión, pero seamos realistas, muchos hombres la habían visitado a esas horas y la habían visto en peores condiciones. Pero sin duda el detalle que más me gusta de esta mujer es el siguiente, que es la chicha de esta entrada. Sabedora de su belleza como hemos dicho, también conocía sus puntos débiles, que no eran otros que sus pechos. Sus ojos y especialmente sus brazos, por lo que cuentan los testimonios, eran verdaderamente bellos, pero sus pechos eran escasos, fofos y la gravedad dominaba sobre ellos. Una desgracia, porque unos buenos pechos la hubieran convertido en una diosa definitiva. ¿Y cómo solventó Mata-Hari este problema? Pues lo que se dice hacer del mismo una virtud y así se colocaba dos semiesferas metálicas sujetas con unas cadenas ocultándolos. Y claro, este raro sostén daba el toque definitivo a su disfraz oriental. Disfraz del todo, porque siendo holandesa mintió durante años diciendo haber nacido en oriente y además inventando un pasado de novela. Y si no me creen amigos, miren la foto. Siempre, salvo pagando por ello, ocultó sus pechos, la única parte de su cuerpo que no lucía con gusto.

7 comentarios en “Los pechos de Mata-Hari”

  1. Es muy famoso que cuando la fusilaron, se negó a que le vendaran los ojos y que le ataran las manos a la espalda, y que envió un beso al pelotón antes de que disparan los soldados.

    Siempre me ha caído bien…

  2. Otro rumor dice que no mostraba sus pechos porque a parte de ser pequeños, tenía los pezones muy oscuros y no porque su marido se los hubiera mordido. Según leí, el médico que le hizo la autopsia escribió en sus memorias que los senos de Mata Hari eran muy pequeños, y con pezones y areolas muy oscuros.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.