Mariana Pineda tuvo una vida amorosa relativamente azarosa y una de sus relaciones fue con Manuel Peña y Aguayo. Durante el romance, el amante de Mariana estaba envuelto en conspiraciones políticas. En una de estas conspiraciones y acciones políticas al margen de la legalidad, Manuel pidió a Mariana Pineda que le hiciera un estandarte con el lema “Libertad, Igualdad y Ley” y con ciertos tintes masónicos. Y esta petición acabó malamente para Mariana. La cuestión es que nuestra protagonista no sabía coser, pero no sabe si por vergüenza, por enamoramiento o por apoyo a la causa no lo dijo y se quedó con el encargo. Habló con sus criadas para que se ocuparan ellas del tema y cuando una de estas supo el contenido del estandarte y lo que representaba, fue a comentárselo a su novio. Esto va tomando cariz de cuento de alcahuetas, pero así fue y además todavía falta. El novio de esta criada, era hijo de un absolutista llamado Julián Herrera, y como buen hijo, le comentó a su padre que anduviera con cuidado, que la revolución estaba a la vuelta de la esquina. Le dio los detalles que le llevaban a tal conclusión y claro, ahí se levantó la liebre. Y tirando del hilo, este hecho llegó a la detención de Mariana y finalmente a su ejecución el 26 de Mayo de 1831. Sé que quizás es ir muy allá, pero como vemos, si Mariana hubiera hecho el estandarte con sus manos y discretamente, hubiera salvado la vida, al menos de momento. Por lo tanto, por no saber coser…