En la Segunda Guerra Mundial, el 16 de Diciembre de 1944 el ejército alemán comenzó su operación «Niebla Otoñal», la contraofensiva en las Árdenas. 250000 soldados alemanes intervinieron en el ataque. Por sugerencia de Hitler y bajo las órdenes de Otto Skorzeny, treinta y tres comandos alemanes que sabían hablar inglés se infiltraron entre las líneas aliadas, vestidos con uniformes estadounidense y conduciendo vehículos aliados capturados.
El objetivo era crear confusión en lo consiguieron. Pero además, cuando se descubrió la estratagema el escepticismo y la sospecha entre los aliados también fue un importante contratiempo. El General Bradley recordaba posteriormente: «En tres ocasiones, unos soldados cautelosos me ordenaron que demostrara mi identidad: la primera vez identificando Springfield como la capital de Illinois (el que preguntaba decía que era Chicago; la segunda, situando al defensa entre el centro y el atajador en una línea de scrimmage, y la tercera, nombrando al cónyuge en ese momento de una rubia llamada Betty Grable. Eso no lo sabía, pero el centinela me dejó pasar, satisfecho por haber dado con una pregunta que no pude responder».