A veces es mejor no preguntar


En una ocasión, un aprendiz de poeta se empeñó en leerle a Francisco de Quevedo unos sonetos que acababa de componer. Cuando acabó su lectura, le preguntó al genio por su opinión y este le dijo: «El siguiente será mejor», añadiendo al momento: «Sencillamente, amigo mío, porque es imposible que sea peor que lo que acaba de leer».

2 comentarios en “A veces es mejor no preguntar”

  1. Cierto. Además, debió ser como en la historia de Fernando Fernán Gómez. el hombre va con toda su admiración y se lleva una bronca de órdago 🙂

    Saludos y gracias por el comentario.

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