El 17 de Enero de 1942, Winston Churchill regresaba de Estados Unidos en avión y este se desvió ligeramente de su curso. Llegó a estar a sólo unos minutos de las baterías antiaéreas alemanas de Brest, en la Francia ocupada.
Este error se corrigió virando bruscamente hacia el norte, pero los operadores de radares británicos lo tomaron por un bombardero enemigo procedente de Brest y enviaron seis aviones para abatirlo. Afortunadamente esta orden no fue completada con éxito.