La muerte de Descartes

René Descartes
(René Descartes)

Como si fuera el argumento de una novela entre negra e histórica, la muerte de Descartes tiene algunos aspectos que no han sido aclarados y algunas pruebas que van contra la versión oficial, contra la muerte por neumonía que ha figurado en la biografía del filósofo francés durante siglos.

René Descartes había nacido en 1596 en Francia, y más allá del famoso cogito ergo sum (pienso, luego existo), también destacó como matemático y como hombre de ciencia en general. En 1649 la reina Cristina de Suecia le invitó a pasar una larga temporada en su corte para que le diera clases particulares, ya que la reina quería aprender filosofía de la mano de un grande. Al parecer, Descartes decidió aceptar la invitación para alejarse de los Países Bajos, a donde se había trasladado desde Francia, y así abandonar un entorno en el que comenzaba a no sentirse cómodo, por temas religiosos.

La reina era una dama madrugadora y poco sensible al frío, por lo que sus estancias solían tener las ventanas abiertas y una temperatura más bien baja. Descartes era recogido por un carruaje a las cuatro y media de la madrugada para que media hora después comenzara a impartir sus clases particulares a la reina. A los pocos meses de estar en Suecia Descartes murió, por una neumonía, en febrero de 1650. Al menos esto se ha dado por cierto hasta hace poco.

En 1980, un investigador alemán llamado Eike Pies encontró una vieja carta en la que el médico de la reina Cristina hablaba de los problemas de salud del filósofo. Los síntomas que describía, hemorragias estomacales y vómitos oscuros, no tienen nada que ver con la neumonía. Estos síntomas, en cambio, encajan perfectamente con el envenenamiento por arsénico.

El posible móvil del asesinato de Descartes, si su muerte fuera tal cosa, podría haber sido la religión y la potencial influencia del filósofo sobre la reina en este ámbito. Dicho esto, y aunque la carta fue encontrada hace unas décadas, los rumores sobre el fallecimiento de Descartes llevan siglos rondando por los libros y los mentideros. La versión oficial y más reconocida sigue siendo la muerte por neumonía, en cualquier caso.

Porque, puestos a inventar para una novela, también podría ser que el médico de la reina escribiera la carta haciendo pensar que Descartes había sido asesinado, para enredar e influir a su vez en las creencias de la reina. A poquito que uno se ponga, da para una novela, seguro. Y alguna habrá ya escrita sobre el tema, seguro también, aunque yo ahora mismo la desconozco.

Por último, yo sí creo que a Descartes lo asesinaron. Pero no con arsénico. Lo mató la misma reina Cristina de Suecia haciéndolo madrugar de manera tan cruel. Qué necesidad hay de dar clases particulares de filosofía a las cinco de la madrugada. ¡A las cinco de la madrugada!

Fuente: El País, National Geographic (Especial: Un descubrimiento sin fin)

9 comentarios en “La muerte de Descartes”

  1. samuel salazar olivares

    Creo que la reina quería aprovechar la mente descansada que suele proporcionar la mañana muy temprana. Antiguamente los asuntos más importantes se atendían a muy tempranas horas. Ya que mucha gente no tenía las malas costumbres de dedicarse a las juergas hasta altas horas nocturnas o de quedarse mirando los chimentos de la televisión hasta la madrugada. Si Renato fue Asesinado ya demasiado tarde para aclarar el asunto.

    1. Samuel, no te falta razón en lo de que ya es tarde, pero siempre está bien enredar con estas cosas. Por otra parte, es posible que entonces hubiera menos distracciones, pero aún así, era mucho madrugar 🙂

      Por cierto, gran palabra esa de "chimentos" 😀

  2. Manuel Ruiz Huidobro Cubas

    La reina no tuvo la sabiduría de los jesuitas de entonces. Cuando Descartes estudiaba con ellos, debido a su débil salud, lo exoneraron de acudir a clase por la mañana; la reina, en cambio, lo obligó a levantarse en las madrugadas de la fría Suecia.

  3. Saludos, Manuel, interesante entrada. Como supones, alguna novela hay por ahí acerca de la muerte de Descartes, pero todavía más interesante es lo que sucedió con su cráneo (después de muerto, claro). Russell Shorto lo cuenta en "Los huesos de Descartes", que se lee, como suele decirse, como una buena novela (mejor sería decir que "se lee como un buen ensayo", incluso para referirse a las novelas). Un libro delicioso, en definitiva.

  4. En el verano polar no se pone el sol…o la reina no tenia muy claro los conceptos dia y noche o era una cachonda que se queria cargar a descartes por pensar que existia luego pensaba o que pensaba…que jago yo aqui existiendo tan temprano y con esta rasca escandonava

  5. Interesante artículo. René Descartes tenía una salud muy frágil, y la reina lo hacía pasar frío, pero está bien interesante la teoría del envenenamiento. Tal vez, fueron ambas cosas.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.