Dos retratos de Van Dyck iguales pero con distinta cabeza

Autorretrato de Van Dyck

Grandes pintores que aprovechan sus trabajos anteriores para rentabilizar su fama y trabajar más rápido. Magníficos artistas que en su taller están rodeados de aprendices que copian sus obras para que el gran nombre luego finalice con unos pocos toques y convierta el trabajo de un discípulo en una obra cumbre de la historia del arte. Esto, amigos, ha ocurrido siempre y no es malo, ya que de otro modo tendríamos menos arte a nuestro alcance.

Un caso paradigmático lo tenemos en los retratos hechos por el pintor Anton van Dyck en los que retrata al militar español Francisco de Moncada y al rey Carlos I de Inglaterra, nada menos. El artista nacido en Amberes en 1599 retrató a caballo a ambos personajes, copiando gran parte de la obra y cambiando las cabezas, por decirlo de algún modo. Supongo que a cada uno de ellos le cobró el retrato como si fuera absolutamente original, lo que no deja de ser una pequeña trampa.

Pero juzguen ustedes mismos, aquí están ambas pinturas una al lado de la otra y las dos firmadas por Van Dyck. A la izquierda Moncada, a la derecha, el inglés.

Retratos ecuestres hechos por Van Dyck
(Retratos ecuestres hechos por Van Dyck)

Y por si esto les pareciera poco, les dejo otro retrato ecuestre del mismo autor y en el que también se representa a Carlos I de Inglaterra.

Carlos I de Inglaterra por Anton Van Dyck
(Carlos I de Inglaterra por Anton Van Dyck)

6 comentarios en “Dos retratos de Van Dyck iguales pero con distinta cabeza”

  1. No sé por qué, pero no he podido evitar acordarme de Sabina; él dice que en los conciertos no repite los chistes, aun cuando hubieran funcionado anteriormente con otro público.

  2. Pues no lo entiendo muy bien, porque hasta donde yo sé no había impresoras en aquella época, y por tanto costaba el mismo trabajo pintar un cuadro nuevo que uno ya existente. De hecho, hacer uno idéntico probablemente llevase más trabajo, ya que había que copiar minuciosamente todos y cada uno de los detalles para que quedase igual.

    ¿Qué me estoy perdiendo? ¿No será que uno de los dos pidió explícitamente que quería el mismo cuadro, pero con su cara?

  3. Javier, a mí me recuerda un relato de Daniel Tubau, de su libro Recuerdos de la era analógica. Muy recomendable (http://www.amazon.es/gp/product/B006XYNU2M/ref=as_li_ss_tl?ie=UTF8&camp=3626&creative=24822&creativeASIN=B006XYNU2M&linkCode=as2&tag=curistoria-21)

    Jesús, en realidad no es lo mismo copiar un cuadro ya pintado que pintar uno desde cero. Si no, los que copian a los grandes artistas de los museos serían tan buenos como ellos. En realidad los aprendices copiaban el trabajo del maestro o hacían parte de la obra y este la finiquitaba. En algunos casos, entre los aprendices había expertos en ropas, cielos… y esa era su tarea.

    Gracias a ambos por comentar.

  4. Y si solamente fueran esos dos…De Moncada hay uno en Valencia y una copia ligeramente mayor en el Louvre. Se ve que le gustó la pose :-).

    http://www.españaescultura.es/es/obras_de_excelencia/museo_de_bellas_artes_de_valencia/don_francisco_de_moncada_marques_de_aytona.html

    http://cartelfr.louvre.fr/cartelfr/visite?srv=car_not&idNotice=9830

    Y por si alguien quiere leer más ( un estudio muy técnico, aviso ), dejo este enlace.

    http://archivoespañoldearte.revistas.csic.es/index.php/aea/article/view/77/77

  5. ¡Muchas gracias por la recomendación del libro! Te lo hubiera hecho saber en la última entrada ("20 recomendaciones de lectura para este verano 2015", ya sabes), pero me parecía más conveniente en esta. ¡Un saludo!

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