La metanfetamina en la Segunda Guerra Mundial

Una unidad panzer en Noruega en abril de 1940, de John Erling Blad
(Una unidad panzer en Noruega en abril de 1940, de John Erling Blad)

Los recursos, armas y en general todo lo que envuelve el combate y la guerra ha ido evolucionando a lo largo de la historia, como todos sabemos. Mejores armas, nuevas tácticas, unidades… También se han ido adaptando las sustancias que se proporcionan a la tropa para animarlos, permítanme el eufemismo, al combate. Durante siglos la bebida ha estado unida a los soldados y sirvan de ejemplo los berserker vikingos de los que ya hemos hablado, pero esta parte de la guerra también ha evolucionado.

En 1919 se sintetizó en Japón por primera vez la metanfetamina, un psicoestimulante que tras un uso medicinal inicial, ha acabado siendo clasificada como una droga altamente adictiva. Unas décadas más tarde, en la Segunda Guerra Mundial, su uso fue muy común entre los combatientes de uno y otro bando.

En mayo de 1940, al comienzo de la guerra, las divisiones panzer alemanas avanzaron vorazmente hacia el oeste durante días, alerta y efectivas, gracias en parte de unas veinte mil pastillas de metanfetamina que fueron repartidas entre las tropas. En cualquier caso ese número es anecdótico si lo comparamos con los doscientos millones de pastillas que el ejército de Estados Unidos utilizó para combatir la fatiga entre sus filas. Y no sólo en la guerra se han usado. En su país de origen, Japon, los trabajadores industriales recibían la metanfetamina para aumentar su productividad, lógicamente, a costa de su salud.

Fuente: Historia de la ciencia sin los trozos aburridos, de Ian Crofton

2 comentarios en “La metanfetamina en la Segunda Guerra Mundial”

  1. Antena todo agradecerte está página que es una fuente inagotable de curiosidades para los que nos gusta la historia.
    La droga que tomaban los soldados alemanes se llamaba Pervitin. Eliminaba la necesidad de dormir, los mantenía en alerta, daba sensación de euforia, aumentaba la confianza y asumían mayores riesgos.
    Parece un poco contradictorio que la "raza perfecta" necesitará d estos estímulos artificiales para tener "supersoldados".

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