Un soldado moro, de nuestro lado, vale por tres

Manuel Fernández Silvestre, de Kaulak (1919)
(Manuel Fernández Silvestre, 1919)

Tomo la frase central de esta curistoria del magnífico libro Morir en África, escrito por Luis Miguel Francisco (un nombre que son tres nombres, curioso) y que narra el desastre de Annual con detalle y buen gusto. Ya les hablaré otro día más detenidamente del libro, que bien lo merece, pero vaya por adelantado una reflexión de Manuel Fernández Silvestre, uno de los protagonista del mismo y del propio desastre.

Silvestre, a la sazón Comandante General de Melilla, contaba entre los suyos con un gran número de indígenas, y aunque muchos desertaron a lo largo de aquellos días de julio de 1921, antes de la debacle habían demostrado su valía y combatían enconadamente del lado de los europeos, es decir, de España. Tal es así que Silvestre dejó esta curiosa y acertada reflexión sobre ellos:

Un soldado moro del tabor vale por tres: uno, que se ahorra, español; otro que se adquiere, y un tercero que se resta al enemigo.

La idea y la frase son buenas, aunque, como decía, el resultado final de la situación quizás le quite razón a la misma. Por cierto, tabor era una unidad del ejército colonial español, un batallón de Regulares, para entendernos.

5 comentarios en “Un soldado moro, de nuestro lado, vale por tres”

  1. Totalmente de acuerdo, un libro muy recomendable.

    Gracias por comentar, es un placer para mí que un artista como tu visite y lea esta página.

    Saludos.

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