Ney, el hombre que ordenó el fuego en su propio fusilamiento

Fusilamiento de Ney
(Fusilamiento de Ney)

Supongo que uno no sabe cómo reaccionará frente a la certeza de su propia muerte hasta que ese momento postrero no llega, y es entonces cuando algunos dejan un rastro que los coloca en otro nivel, por la entereza con la que encaran el viaje por el Aqueronte. Uno de estos casos lo tenemos en Michel Ney, duque de Elchingen y príncipe de la Moscova, nacido en 1769 y mariscal del ejército francés. Uno de los grandes mariscales del ejército napoleónico.

En la batalla de Waterloo, el 18 de junio de 1815, Ney combatió hasta que comprendió que todo estaba perdido para su bando, e incluso entonces lideró una última carga mientras gritaba: Venid y ved cómo muere un mariscal de Francia. No murió en el campo de batalla y tras aquella derrota, Ney fue fue juzgado por traición por orden de Luis XVIII. Fue declarado culpable y condenado a muerte por la Cámara de los Pares por una abrumadora mayoría. Haber seguido a Napoleón hasta el final le supuso el final al propio Ney.

Condenado a muerte, como último reconocimiento se le permitió dar la orden de fuego a aquellos soldados que lo iba a fusilar. Llegado el momento, el 7 de diciembre de 1815, rehusó taparse los ojos y se dirigió a aquellos hombres que tenía en frente con las armas listas y les dijo:

Soldados, cuando de la orden para disparar, disparen directamente a mi corazón. Esperen la orden. Será la última que les de. Protesto contra mi condena. He combatido en cien batallas por Francia, y en ninguna contra ella. Soldados, ¡fuego!

2 comentarios en “Ney, el hombre que ordenó el fuego en su propio fusilamiento”

  1. Lo que se aprende en este blog… Y no sólo con lo que se cuenta en cada entrada, sino con lo que no se cuenta también…

    Al leer "Luís XVIII" pensé que no me sonaba de nada Luís XVII, así que lo he buscado en google… Pobrecito!!

    Saludos.

  2. Llevo orgullosamente el nombre gracias a mi abuelo, creo que una "curistoria" familiar llegue a escuchar que de el Duque salio el nombre de él. con toda vergüenza confieso que nunca me documente, gracias por esta y muchas otras CURISTORIAS.

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