Atila murió por una hemorragia nasal

Atila, el azote de Dios. Obra de Ulpiano Checa
(Atila, el azote de Dios. Obra de Ulpiano Checa)

Atila, rey de los Hunos, bárbaro por excelencia, falleció en el año 453. Creó un enorme imperio que iba desde el río Ural hasta el Rin y del Danubio hasta el mar Báltico. El Imperio Romano sufrió sus acometidas y aunque no fue capaz de alcanzar todos sus propósitos, dominó miles de hombres y venció muchas batallas.

Con esta, aunque resumida, biografía, uno esperaría que Atila muriera en una batalla o como consecuencia de alguna herida de guerra, pero parece ser que no fue así. Cuenta el historiador romano Prisco, que había visitado a Atila en el año 448, que tras celebrar su matrimonio con una joven mujer llamada Ildico el rey de los Hunos se retiró a dormir. No es de extrañar que Atila estuviera en aquel momento borracho y que además de haber bebido sin medida, hubiera también comido copiosamente.

Lo encontraron muerto a la mañana siguiente. Su cuerpo mostraba que había sido víctima de una hemorragia nasal intensa, aunque como es lógico no se sabe muy bien la causa de la misma ni siquiera si fue la hemorragia el elemento definitivo para la muerte de Atila, pero no deja de tener su misterio que uno de los guerreros más temibles de la historia de la humanidad muriera por una hemorragia nasal y en su cama.

9 comentarios en “Atila murió por una hemorragia nasal”

  1. No se si solo me pasa a mi, pero en el margen derecho del texto se pierde el final de las palabras. Acabo de empezar las practicas de profesor de historia y usaré tus curistorias para atraer la atención de los alumnos sin duda. Enhorabuena por el blog!

  2. Ya está arreglado el fallo que hacía que el texto se perdiera por la derecha. Gracias por el aviso.

    Me parece genial que se use Curistoria para enseñar Historia, no podría tener mejor fin. Gracias.

  3. Hola Manu.

    Dudo mucho que la hemorragia nasal fuese la que acabó con Atila… Para ello debería haber sangrado muchísimo y tener alguna enfermedad previa para que las plaquetas no actuasen y terminase desangrado. Me inclino más a creer otra versión, y es que, como consecuencia de los excesos, sufriera una aplopejía y que al caerse tuviese la hemorragia.

  4. Serafín, yo también creo que la hemorragia fue una consecuencia y no la causa. Como decía en la entrada, quizás ni siquiera la hemorragia tuvo mucho que ver en la muerte. Por cierto, un placer leerte 🙂

    Roswell, seguro que entre los suyos había alguno partidario de su muerte, así que nada es descartable.

    Saludos.

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