El sudor de los atletas, muy caro

Gladiadores (mosaico)
Gladiadores (mosaico)

Que el sudor de los atletas cuesta, caro, es algo obvio. Tienen que pasar por meses de entrenamiento y duras sesiones para alcanzar la gloria. Podríamos decir que ese sudor es el destilado del esfuerzo y el premio: la victoria. Pero en la antigua Roma el sudor de los atletas tenía más premio que la victoria, como vamos a ver.

En entradas anteriores les he hablado de los fans de los gladiadores, pero sinceramente creo que lo que voy a narrarles hoy es incomparable e inalcanzable. Los gladiadores y atletas eran vistos como un ejemplo de fuerza y energía, como es lógico, y eran adorados. Tal era así, que cuenta Plinio cómo los empleados de los gimnasios en los que entrenaban los atletas recogían la mezcla de sudor, polvo, suciedad y aceites que se quitaban estos de su piel y lo guardaban. Luego lo vendían y el precio que alcanzaban aquellos ungüentos eran, según parece, astronómico.

Se usaba aquel aceite sucio para tratar dolencias y problemas físicos, pensando que aquel extracto de atleta tenía parte su energía. La verdad es que no he leído que haya constancia de su efectividad, más allá del efecto placebo, supongo, pero no es tarde para que algún listo comience a vender sudor escurrido de las camisetas de los grandes jugadores de fútbol. Seguro que alguien pagaba.

Fuente: Gabinete de curiosidades romanas, de J.C. McKeown

9 comentarios en “El sudor de los atletas, muy caro”

  1. Estimado Vitike, ¡y si sólo fuera su sudor! Sus coetáneos utilizaban su sangre como filtro mágico, hasta como una poción de fertilidad para las jóvenes novias cuyo cabello se separaba con una lanza clavada en el cuerpo de un gladiador muerto, según cuenta el historiador Festo. Eso sí, la sangre era recogida a toda prisa en el lugar del óbito en copas, mientras manaba a borbotones del cuello, para usarla como cura de la epilepsia; aunque pueda parecer una exageración, esto mismo afirman Celso el enciclopedista y Plinio el Viejo. Y como un "bonus" más también esta sangre era usada como eficaz poción para atraer a un amante, un hechizo de amor realizado con un riguroso ritual; y curiosamente a veces se hacía necesario algo más que la sangre y al gladidor se le extraía… ¡el hígado en pequeñas dosis!
    Mil saludos.

  2. Felipe, gracias por el comentario.

    Profe, gracias por el dato. La verdad es que casi veo más lógico lo de la sangre que lo del sudor, pero las dos cosas dan un poco de asco 🙂

    Saludos.

  3. Wowww, que historia. Hay veces que me pregunto que sería de los humanos HOY si Roma no hubiera adoptado la religión Católica?… Sí, hay millones que no la profesan y otros tantos millones que "dicen" profesarla, pero lo cierto es que detuvo el baño de sangre y barbarie en la que el imperio estaba inmerso.

  4. Wowww, que historia. Hay veces que me pregunto que sería de los humanos HOY si Roma no hubiera adoptado la religión Católica?… Sí, hay millones que no la profesan y otros tantos millones que "dicen" profesarla, pero lo cierto es que detuvo el baño de sangre y barbarie en la que el imperio estaba inmerso.

  5. bueno, detener lo que se dice detener el baño de sangre… no se si las cruzadas, inquisición y demás … "ocurrencias piadosas de la santa iglesia" habrían tenido lugar o no…

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.