Rutas y turismo bélico en la Guerra Civil Española

Situación de la Guerra Civil Española en 1938
Situación de la Guerra Civil Española en 1938

Hace unos días un buen seguidor del blog llamado Javier Bonet me envío un texto que ha dado lugar a esta curistoria. Gracias a Javier, antes de nada, por enviarme ese texto y otros muchos que me hace llegar, y también a Víctor Manuel Guzmán, del que venía el mensaje original. También he usado como documentación un artículo de Beatriz Correyero Ruíz titulado Las rutas de guerra y los periodistas portugueses.

En la Guerra Civil Española, a medida que el ejército nacional, el bando franquista, iba ganando terreno, organizó una serie de rutas turísticas por los principales campos de batalla y puntos clave de la guerra, una vez que estaban bajo su control. Un decreto de mayo de 1938 permitía al Servicio Nacional de Turismo, en el bando de Franco, a poner en marcha un circuito para visitar la denominada Ruta de Guerra del Norte. El objetivo era doble, generar dinero en forma de divisas por un lado, ya que los visitantes eran en su mayoría extranjeros, y llevar a cabo una labor de propaganda con los visitantes, por otro. En julio aquel proyecto se ponía en marcha. Desde Irún a Oviedo, ida y vuelta, pasando por San Sebastián, Bilbao, Santander y Gijón. Había otra ruta orientada a Portugal que nacía en Tuy y llegaba a Santiago de Compostela y de allí a Santander.

Las rutas se llevaban a cabo en autobuses del Servicio Nacional de Turismo y por supuesto había guías que dominaban el idioma de los visitantes. No todo eran batallas y guerras, ya que la propaganda era más efectiva si junto con esta y los comentarios y visitas bélicas se llevaban a cabo acciones culturales, pasando por catedrales, por ejemplo.
El servicio estuvo en marcha varios meses y una vez que el sur también fue terreno nacional y la situación fue estable allí, se estableció un servicio similar allá, la Ruta de Guerra del Sur. Estas rutas, que se fueron alternando, se abandonaron finalmente varios años después de finalizar la guerra, en 1945.

Según parece, unos 20.000 viajeros pasaron por aquellas rutas y fueron adoctrinados, supongo que con éxito variable. No es mal número para cumplir aquel objetivo propagandístico con el que nació la iniciativa. El otro motivo principal, la generación de ingresos para la causa, tampoco tuvo mal resultado, ya que las ganancias rondaron los ocho millones de pesetas.

2 comentarios en “Rutas y turismo bélico en la Guerra Civil Española”

  1. Los Hoteles en peñiscola

    pueden variar de acuerdo a varias características, como ser precios de la estadía, ubicación, comodidades e instalaciones con las que los mismos cuentan. Esto se debe a que este lugar es visitado por turistas de todos lados del mundo que a su vez llegan don diferentes intereses; y entre ellos el lugar que elijen para hospedarse es muy diferente entre los mismos.

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