Muertos por un poco de agua

La curistoria de hoy es un poco cruda, no lo niego, pero es un hecho que muestra cómo de cruel es la guerra. No hace mucho narraba cómo los soviéticos emitieron órdenes por las que ausentarse del puesto o retroceder, por muy mal que estuvieran las cosas, suponía la condena a muerte.

En su lucha contra Alemania los rusos no se permitían la más mínima licencia, aunque sus decisiones supusieran matar a civiles inocentes de su propio pueblo. Durante la batalla de Stalingrado, en la que los ejércitos estaban realmente cerca y se peleaba calle a calle, llegó un momento en que los francotiradores soviéticos tenían tan amedrentados a los soldados nazis que estos no se atrevían, en algunas zonas de la ciudad, a moverse y salir de su protección. Por ello, en ocasiones convencían a niños rusos, muertos de hambre, casi literalmente, para que fueran hasta el río Volga a llenar sus cantimploras. Un trozo de pan era suficiente para que los muchachos se prestaran a ayudar a los nazis, aunque de manera inocente.

En la vuelta del río a las posiciones alemanas, los francotiradores del Ejército Rojo disparaban a aquellos niños por considerarlos traidores a la madre patria. Un hecho simple, pero que muestra lo terrible de aquella batalla y de la guerra en general.

4 comentarios en “Muertos por un poco de agua”

  1. Terrible….a parte de los miles de soldados de ambos bandos que perecieron en este conflicto, creo recordar que más de 100 mil civiles también murieron en Stalingrado

  2. Tengo entendido que también en la Fortaleza de Brest, (hoy Bielorrusia) los soldados rusos murieron por un cerco nazi que les impedía llegar al río que pasaba junto al muro de la fortaleza. Hay esculturas gigantescas en Brest que describen la agonía de esos soldados.

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