Hoy se ha publicado un artículo escrito por mí en la revista Anatomía de la Historia, que les aconsejo seguir a todos ustedes, sobre el Pacto de Munich y del mismo, mucho más extenso que esta curistoria, extraigo el pedacito que sigue.
Neville Chamberlain, primer ministro británico, se reunió con Hitler y otros hombres importantes del Reich varias veces en septiembre de 1938 para negociar en torno a la cesión de una parte de Checoslovaquia a Alemania. Así, el 29 de aquel mes se firmaba el Pacto de Munich, en el que Alemania, Italia, Francia y Gran Bretaña llegaban a un acuerdo sobre un territorio que no pertenecía a ninguno de ellos, pasando este a manos alemanas.
Al día siguiente, 30 de septiembre de 1938, Charmberlain volvió a su país y en el aeropuerto de Londres habló a los que allí estaban mostrando el documento con el pacto y asegurando que aquel pacto era “la paz para nuestro tiempo”. Menos de un año había pasado cuando el 1 de septiembre de 1939 Alemania invade Polonia y, dos días después, Gran Bretaña declara la guerra a Hitler. La Segunda Guerra Mundial había comenzado.
Sin duda Chamberlain se equivocó en su valoración de la situación y de los nazis y la paz para nuestro tiempo duró tan solo once meses. En realidad, muy poco tiempo.
Pues enhorabuena por tu publicación ! Al texto, ningún humano puede predecir lo que ocurrirá, y en cuando a la GM, qué decir de la Liga de las Naciones para mantener la paz y en poco tiempo volvió la IIGM.
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Es cierto que nadie puede predecir el futuro, pero sí que cada uno es responsable de sus actos e interpretaciones.
Saludos.
Stefan Zweig, el escritor austríaco de origen judío, que había huído a Inglaterra fue uno de los que se dió cuenta que los ingleses habían sido engañados por Hitler pues no lo conocían. Ya sabía lo que iba a pasar.
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Gracias por suspender la verificación de comentarios. Acabo de leer la respuesta en la otra entrada. De nuevo gracias.
Había gente incluso en el partido político de Chamberlain que no estaba de acuerdo con él y no confiaban en los nazis. De todos modos, no me gustaría haber estado en su pellejo.
Saludos.
Acabo de leer lo de Stonewall Jackson. No sabía lo de la causa de la muerte de este veterano oficial ¡Sorprendente!
La mala suerte se cebó con el Muro 🙂