Couillard, dos contrapesos como dos…

Lo que ven en la imagen superior es un fundíbulo, o trabuquete, o trabuco, que de todas estas formas se conoce. Si no me equivoco, que todo puede ser, también se le conoce como almajeneque y es posible que haya algún termino más para denominar estas máquinas de asedio típicas de la época medieval, aunque su origen puede ser muy anterior. Su funcionamiento se basa en el contrapeso y la honda y es una auténtica maravilla. Con un contrapeso de varias toneladas puede llegar a enviar piedras de cien o ciento cincuenta kilogramos a más de doscientos metros de distancia. Una vez que se ha ajustado el tiro a un objetivo, si los proyectiles son de un peso similar, estas máquinas eran bastante precisas.

El siguiente vídeo muestra un almajeneque funcionando. Está grabado en una celebración medieval que se hace en un precioso pueblo llamado Maderuelo, que por un día se transforma en una villa medieval, con sus gentes vestidas de templarios y caballeros y cada cierto tiempo lanzan una sandía (si no recuerdo mal) al río, desde la muralla, usando un enorme almajeneque. También recrean una batalla en una ermita, precisamente al otro lado del río. Hace unos años pasé el día en cuestión en Maderuelo y es una visita que le recomiendo a todos ustedes.

Las que hemos visto, en la foto superior y en el vídeo, son trabucos con un único contrapeso, pero había diseños en los que había dos contrapesos en lugar de uno, siendo el resto de funcionamiento muy similar. Estos modelos eran algo más ligeros que los grandes trabucos y eran conocidos también, una denominación más, como couillard. La imagen siguiente les dejará más claro cómo era un couillard. ¿Y qué significaba en aquel tiempo, en la época medieval, esta palabra en francés? Para ser sincero hablamos más de jerga que de lenguaje, pero couillard se utilizaba para designar los testículos. Esta máquina, debido a sus dos contrapesos tenía un nombre tan particular.

Fuente: Caballero. Manual del guerrero medieval, de Michael Prestwich

4 comentarios en “Couillard, dos contrapesos como dos…”

  1. Gary, yo también jugué en su momento, en torno a la guerra de los 100 años si no recuerdo mal.

    Heimdall, gracias por el comentario. Si te gusta el vídeo y puedes, acércate a Maderuelo el día que lo ponen en funcionamiento, disfrutarás.

    Gracias al último comentarista, celebro sumar uno más 🙂

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