Los Ángeles del Infierno y la Segunda Guerra Mundial

Los míticos Ángeles del Infierno, el club motero más reconocido del mundo, tiene su origen en los veteranos de la Segunda Guerra Mundial. Unidos en el imaginario colectivo con las Harley-Davidson y las cazadoras de cuero, son uno de un símbolo mundial.

El primer club de los Ángeles del Infierno data de 1948 y se formó como una escisión de otro grupo similar, los Pissed of Bastards, algo así como los Bastardos Cabreados. Aunque no está claro, el nombre de los Ángeles de Infierno es probable que se deba a una sugerencia de Arvid Olson, uno de los primeros miembros, que había servido en la Segunda Guerra Mundial en un escuadrón llamado “Flying Tigers Hells Angels”. En realidad el nombre ya se usaba desde la Primera Guerra Mundial para denominar a algún grupo de pilotos e incluso hay una película de 1930 de Howard Hughes con ese título y que habla de esos pilotos.

No acaba aquí la relación entre los Ángeles del Infierno y la Segunda Guerra Mundial. Muchos de sus miembros originales eran veteranos de esta guerra, que buscaban el espíritu de camaradería y la acción que habían vivido tan intensamente en sus años de combate y que una vez de vuelta a la vida civil no eran capaces de encontrar.

Por cierto, en el libro Guerra, de Sebastian Junger, se explica bien este síndrome. Muchos soldados no son capaces de reincorporarse al mundo civil después de un tiempo de combate porque este no les aporta el nivel de adrenalina, acción y tensión al que están acostumbrados.

9 comentarios en “Los Ángeles del Infierno y la Segunda Guerra Mundial”

  1. Sony, gracias por el comentario y por el enlace de Fb, ya me he subido al carro. Tengo alguno de los libros de breve historia en casa.

    Por cierto, una vez más, recuerdo para Juan Antonio Cebrián.

  2. muy interesante esta historia. Habìa oìdo hablar de los àngeles del infiermo pero jamàs les habrìa relacionado con la Guerra Mundial. Aprovecho para generalizar el comentario y felicitarte por el blog, estoy segura de que tus argumentos satisfacen la curiosidad de muchos de nosotros. Un abrazo
    sara m.

  3. Que yo sepa, nada tiene que ver con Tarantino. Era gente que se unía para hacer el gamberro y así buscar la adrenalina que no tenían desde la guerra.

    Saludos.

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