Durante la batalla de Waterloo, el coronel inglés Dan MacKinnon, un escocés nacido en 1791 y miembro de los Coldstream Guards, estaba luchando a caballo, espada en mano, cuando una bala de mosquete le atravesó la pierna e hirió al caballo, que se desplomó. En la caída, el coronel perdió su espada. Pero tuvo la suerte de caer junto a un oficial francés herido, que se hallaba también en el suelo.
Evidentemente, un caballero inglés (o escocés) nunca debe perder los buenos modales, ni estando en combate. Un gentelman lo es siempre. Una buena manera de demostrarlo, sin duda.
Me gustaría felicitar al creador del blog, por mostrar siempre curiosidades tan interesantes y apasionantes, sobre tantos temas históricos diversos. Muchas gracias por tu trabajo ^^.
Ita
nesecito es una anecdota de Malos Modales