Normas para entrar en la Guardia Civil en 1844

Cuando Francisco Javier Girón y Ezpeleta de la Casas y Enrille, II duque de Ahumada, se hizo cargo de la creación de la Guardia Civil, expuso que precisamente este cuerpo, por su cometido, debía ser creado seleccionando con cuidado a sus integrantes. Para ello, propuso subir el importe de las pagas y establecer un proceso de incorporación de personal progresivo, sin prisas. Según sus propias palabras, “servirán más y ofrecerán más garantías de orden cinco mil hombres buenos que quince mil, no malos, sino medianos que fueran”.

Por ello, las normas para formar parte de la Guardia Civil, en su creación allá por 1844, eran tener entre veinticinco y cuarenta y cinco años, medir 1,60m para la caballería y 1,58 para la infantería, saber leer y escribir y disponer de buenos informes de conducta.
Los buenos informes de conducta, en aquel tiempo, eran emitidos por el alcalde del pueblo, el cura párroco y el jefe político de la provincia. Por supuesto, tampoco podía haber mancha alguna en el paso por el ejército del candidato al cuerpo. Como vemos, ya entonces había «pruebas de conducta» y casi entrevistas para ingresas en la Guardia Civil, tal y como ocurre hoy. Eso sí, en aquel tiempo mandaban «las fuerzas vivas».

4 comentarios en “Normas para entrar en la Guardia Civil en 1844”

  1. En la historia de la Guardia Civil ha habido, como en todas las historias, sus momentos de esplendor y, también, sus momentos oscuros. Uno de los primeros fue cuando estuvo del lado de la República (el gobierno establecido)al estallar la Guerra Civil. Y uno de los segundos fue cuando, "cautivo y desarmado el ejército rojo" los que tomaron entonces el gobierno se sirvieron de ella para mantener al pueblo callado, dócil y oprimido con mano férrea.

  2. La Guardia Civil si que se sublevó contra el gobierno de la república. Lo que pasa es que sólo lo hicieron a nivel de comandancia, por lo que en algunas zonas fueron fieles y en otras no.
    Es curioso, y se puede comprobar fácilmente, que la rebelión sólo triunfó en las zonas donde se les había unido la Guardia Civil. Esto indica, como previó el duque de Ahumada, su efectividad.

  3. Alfredo:

    Según mi opinión, es un poco precipitado decir que "que la rebelión sólo triunfó en las zonas donde se les había unido la Guardia Civil": los episodios del Alcazar de Toledo, Barcelona, Oviedo y el Santuario de la Cabeza (ver wikipedia) nos muestran zonas donde la Guardia civil se suma a la rebelión militar, pero esta no consigue imponerse.

    Yo diría más bien que el pronunciamiento militar encontró serias dificultades en aquellos lugares donde la Guardia Civil no se adhirió al mismo.

    Luego está el problema de lugares donde, inicialmente, la Guardia Civil se mantiene en la fidelidad a la República, pasando de bando en momentos posteriores (Andalucía, principalmente).

    Otro caso curioso es el de la Guardia de Asalto: el caso es que, junto con la Guardia Civil, fue suprimida en el bando republicano (para crear la Guardia Nacional Republicana) y los dos cuerpos fueron mantenidos en el band nacional, durante la guerra.

    Y otro dato que se encuentra en los ambientes de estudiosos del tema, es que Franco habría querido suprimir a la Guardia Civil, después de la guerra, justamente por no haberle adherido en pleno en la guerra. Por lo que parece, la actuación "heroica" durante la guerra lo habría disuadido de esta idea.

  4. Hernando:
    Te cito los hechos en los cuatro ejemplos que has puesto:

    Jaén: Aquí no había guarnición militar, así que la Guardia Civil era la única que tenía en su mano sublevarse y no lo hizo. El jefe de la comandancia, teniente coronel Pablo Iglesias Martínez, se mantuvo fiel al gobierno constitucional. Sólo un grupo de 165 guardias civiles (de los 650 que constaba la Comandancia de Jaén) se atrincheró en el santuario y fueron posteriormente aniquilados. Pero la provincia se mantuvo leal a la República.

    Barcelona: Esto me extraña que lo hayas mencionado. Precisamente aquí la Guardia Civil fue decisiva para que no triunfara el golpe. Hasta que no intervino el 19º Tercio de la Guardia Civil al mando del coronel Antonio Escobar (fusilado posteriormente por Franco), el general Goded no depuso las armas.

    Oviedo: Otro caso paradigmático de la importancia de la Guardia Civil. Aquí el coronel Aranda convenció al Gobernador Civil de su lealtad y éste permitió la salida de 4000 milicianos hacia Madrid. Acto seguido y libre de obstáculos, Aranda reunió al 10º Tercio de la Guardia Civil con la que sublevó Oviedo y la mantuvo hasta la llegada del Ejercito Nacional.

    Toledo: El coronel Moscardó reunió en Toledo a toda la Guardia Civil de la provincia, cuatro compañías del 2º Tercio y decidió atrincherarse en el Alcázar (de los 1300 defensores, 800 eran guardias civiles) hasta que los nacionales tomaron la ciudad.

    Este último caso no fue tan evidente como los anteriores, quizá generalizé demasiado, aunque hay casos más claros de fracaso de la Guardia Civil como Almería, Guadalajara y Albacete. Aún así me mantengo en mi convicción de que la actuación de la Guardia Civil fue decisiva para ambos bandos.

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