Velázquez y la Orden de Santiago

La famosa obra de Las Meninas de Velázquez fue pintada en torno a 1656. El autor fue propuesto para formar parte de la prestigiosa y selecta orden de Santiago en 1658, pero sus antepasados portugueses le robaron tal premio. Para formar parte de la orden había que demostrar ascendencia noble y no ser judío ni converso, por supuesto. La investigación, en la que se entrevistaron a casi 150 personas, concluyó que la procedencia familiar de Velázquez no era adecuada para tan alto honor.

Finalmente, el rey Felipe IV tomó cartas en el asunto y con ayuda del Papa consiguieron que Diego de Velázquez entrara en la Orden de Santiago. Aquí se puede decir el dicho aquel de “remover Roma con Santiago” con más acierto que nunca. El nombramiento como miembro fue en noviembre de 1659. Tres años después de pintar Las Meninas.

Y aquí quería yo llegar. Si el cuadro se pintó tres años antes de ser nombrado Velázquez miembro de la orden, ¿por qué aparece retratado (autoretratado realmente) con la cruz de Santiago, marca del prestigioso grupo, en el pecho?

El pintor falleció menos de un año después de ser aceptado, por lo que poco fue el tiempo que disfrutó de su anhelo. Lo que no parece claro es quién pintó esa cruz. Lo más probable es que fuera el propio artista, en ese último año de vida. Pero hay una bonita leyenda al respecto, tan bonita como increíble, que pone al propio rey como pintor de la cruz, una vez muerto ya Velázquez y como homenaje al genial pintor. Tiene su aquel pensar que uno de los cuadros más famosos de la historia del arte, al menos del español, pueda estar «retocado» por otro artista.

Fuera Velázquez, el rey u otro, esa cruz en Las Meninas fue pintada para que quedara constancia para la historia de que el artista había sido miembro de la Orden de Santiago. Cuestión que mucho le costó pero que persiguió aún más.

Fuentes: ¿De qué se ríe la Mona Lisa? de Mabel Figueruelo y el blog de Lillo Galiani

5 comentarios en “Velázquez y la Orden de Santiago”

  1. Muy buena historia, como siempre, y muy curiosa por cierto. No sé quién fue el que pintó la cruz, si fue una premonición o si fue pintada después, pero seguro que Velázquez se la merecía.
    Saludos
    Uriel

  2. Hay documentados varios casos de personajes relevantes de la época, que buscaron con ahinco la entrada en la Orden de Santiago, precísamente como prueba irrefutable de su "limpieza de sangre", que no siempre era tal. Como siempre, a más dinero, a más influencia, a más prestigio y a más "enchufes", más fácil era entrar, aunque no quedara totalmente probada la dicha limpieza.

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