Curiosidades de los Clásicos Populares

Fernando Argenta, al que ustedes conocerán aunque no les diga este nombre, es un clásico popular de la radio y la divulgación de la música clásica. Acaba de publicar un libro en el que narra curiosidades y detalles de la vida de los grandes compositores de la historia. No les engaño, no he leído el libro, pero conociendo al autor seguro que es una maravilla. Aquí les dejo un par de cuestiones que recoge para que se hagan una idea del mismo.

Es curioso ver cómo personajes que tenemos como grandes hombres tuvieron, como todos los hombres, también los grandes, sus manías. Por ejemplo, Bach solía cansarse de su trabajo con relativa frecuencia. En aquellos tiempos, los compositores trabajaban a menudo para algún potentado que hacía de mecenas. Como decía, Bach se cansaba de su trabajo, cosa nada extraña, pero sí es más raro hacer las maletas sin decir nada al patrono y emigrar. En una ocasión, hacer esto le costó unas semanas en la cárcel ya que el duque de Weimar no encajó muy bien el plantón.

Beethoven es otro caso de hombre admirable en lo musical y odioso en lo personal. Su carácter no era nada agradable y era complicado tratar con él. Las personas que trabajaba para él solían durar más bien poco. La relación con los vecinos tampoco debía ser muy buena, pero afortunadamente para estos cambió unas 80 veces de vivienda en 40 años.

Fuente: Los clásicos también pecan, de Fernando Argenta

7 comentarios en “Curiosidades de los Clásicos Populares”

  1. Los genios son muy complicados pero eso es lo que los hace más interesantes.

    Gracias por mencionar el libro, me llama mucho la atención. Ojalá pueda conseguirlo.

    Saludos
    Esther.

  2. Ja, ja, muy buena entrada. Lo que dices es cierto y los músicos no son los únicos que realizaron cosas extravagantes.
    El filósofo Immanuel Kant, por ejemplo tenía un horario muy marcado y hacia diariamente las mismas cosas al mismo horario todo los días, y si por algún motivo algo hacia que tuviera que cambiar su rutina se ofuscaba y no podía seguir con sus actividades cotidianas!. Pero bueno, los genios son así.
    Saludos
    Uriel

  3. Wow!… No sabía esto… Sin embargo sé algunas otras situaciones que podemos mencionar como "raras" para nosotros, no para aquellos genios…

    Se dice que en el caso de Albert Einstein, solía andar en bicicleta y dar vueltas en círculo constantemente en sus momentos de descanzo, o al intermedio de sus trabajos. Esto según porque solo de esa forma sus mejores ideas fluían con este determinado ejercicio….

    En otra ocasión, algo me llamó mucho la atención; leí la manía que tenía un empresario norteamericano, quien compraba anteojos baratos constantemente, Y solo con el afán de arrojárselos a sus subordinados en la más mínima molestia, totalmente "weird" no?… Lamentablemente no tengo el nombre de este señor, pero lo conseguiré y comentaré cuando sea apropiado.

    Saludos!

  4. ¡Cómo echo en falta a ambos, Fernando y Araceli! La crueldad del tiempo en el que vivimos con recortes, prejubilaciones… nos privaron de sus gratas voces. Leyendo el extracto que reseñas me parece estar escuchando a Fernando.

    Gracias, buscaré el libro

    Un saludo
    Begoña

  5. Gracias a todos por los comentarios.

    Esther, supongo que no habrá mucha complicación en hacerse con él.

    Gracias Uriel por esa curiosidad.

    Mors, me parece genial lo del empresario.

    Gracias Aliorrala.

    Trecce, Begoña… desde luego han hecho una gran labor.

    Saludos.

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