Algunas curiosidades sobre Pearl Harbor

Algunas curiosidades sobre Pearl HarborUno de los hechos puntuales históricos que más me entusiasma es el ataque japonés a Pearl Harbor. Hoy les contaré tres curistorias en una, todas ellas relacionadas con este ataque. La primera corresponde a “Tora, tora, tora”, que como ustedes sabrán, es una genial película de 1970 sobre este ataque. Pero el título de esta película tiene una explicación.

A las 07:53h de aquel “Día de la Infamia”, el Capitán de fragata japonés Mitsuo Fuchida, que lideraba la primera oleada de aviones que atacó la isla de Oahu, lanzó este mensaje por radio en abierto: “Tora, tora, tora”. Con estaba indicando que el efecto sorpresa, vital en aquel ataque, había sido todo un éxito; habían cogido a los EEUU desprevenidos. Esta palabra contiene varios significados. Tora significa literalmente tigre, pero la expresión de Fuchida tenía otro significado. “To” es la sílaba inicial de la palabra japonesa para “atacar” y “ra” es la sílaba inicial de “raigeki” que significa torpedo. Por lo tanto, “tora” venía a significar “ataque de torpedos”, aunque el mensaje real era que la sorpresa era una realidad.

Hablaba en el párrafo anterior del factor sorpresa y cómo los EEUU se quedaron estupefactos ante la fuerza japonesa que les infligió un duro golpe. Pero no fueron los japoneses los primeros en disparar. El ataque real a Pearl Harbor comenzó pocos minutos antes de las 8 de la mañana del 7 de Diciembre de 1941. A las 6:30, una hora y media antes, el USS Antares, un buque de intendencia de EEUU, avistó un submarino cerca de Pearl Harbor y comunicó este hecho al USS Ward, un destructor que patrullaba la zona. El Ward llegó al lugar, vio la estela del submarino y debido a la falta de identificación por parte del mismo, desató un ataqué tal y como ordenaba el protocolo. Esto ocurrió a las 6:45. Con apoyo de un avión, el USS Ward lazó unas cargas de profundidad. Por lo tanto, técnicamente, los EEUU fueron los primeros en abrir fuego en el famoso Día de la Infamia.

Y por último… El USS Arizona y el USS Vestal eran barcos anclados en Pearl Habor aquella aciaga mañana. Ambos barcos estaban abarloados, es decir,“unidos por el costado” y ambos estaban sufriendo el ataque japonés. Debido a las primeras bombas, el Vestal, que era un buque taller, sufría un buen número de incendios y los bomberos estaban desbordados a bordo del mismo. A las 8:06 estos buques fueron atacados de nuevo y una de las bombas japonesas llegó hasta la santabárbara del Arizona, es decir, llegó hasta el lugar en el que estaban las bombas y explosivos del Arizona. La explosión resultante fue tan brutal que llevó al barco al fondo, pero también apagó todos los fuegos del Vestal, el buque que tenía al lado. No tengo que contarles la suerte que corrieron los marineros del Arizona, ni las personas a bordo del Vestal que estaban luchando contra los japoneses y contra los incendios. Por cierto, la foto que acompaña la entrada corresponde a una explosión en el Arizona durante el ataque.

21 comentarios en “Algunas curiosidades sobre Pearl Harbor”

  1. Bueno, pero tampoco fue tan sorpresivo el ataque.

    Los australianos les avisaron con horas de anticipación de un grupo de aviones japoneses en ruta a perl harbor y al parecer nadie hizo nada.

    Eso lo vi en un vídeo y luego history channel lo confirmó.

  2. Hay mucha leyenda urbana sobre el ataque a Pearl Harbor, incluso una dice que los «gringos» se dejaron atacar para tener una excusa para entrar en la guerra, por un lado, y poner en marcha su extroardinaria industria bélica, misma que no se ha detenido desde entonces.

    Los hechos están, saquen conclusiones.

  3. Muy bueno este blog, hace un mes que lo leo y está muy bien.

    Perdón por la corrección, pero está muy bien escrito y por eso me permito señalarlo.

    2los EEUU se quedaron estupefactos ante la fuerza japonesa que les infringió un duro golpe»

    Los golpes se infligen, las leyes se infringen.

    Disculpas, saludos.

  4. Danilo, muchas gracias por esa comparación.

    Apezz, gracias por tan amable comentario.

    Muchas gracias por la corrección, fallo mío. Ustedes me disculpen.

    Por último, Rigo y demás, sobre Pearl Harbor podríamos hablar mucho. Yo creo que fue una mezcla de varios puntos: demasiada autoconfianza, un buen plan japonés, la falta de medios de EEUU, unido a la confianza de la que hablaba antes y una penosa organización y coordinación por parte de las diferentes áreas del ejército; desde la marina, hasta la inteligencia o la diplomacia.

    Como digo, podríamos hablar y discutir largo y tendido.

    Saludos.

  5. Leo en la Wikipedia, que el USS Ward no solo disparó las cargas de profundidad sino que hundió al submarino.

    Recomiendo la lectura de las memorias de Churchill sobre la II Guerra Mundial. Con que insistencia pedía a los americanos que se metieran en la guerra.

    400.000 norteamericanos murieron en la guerra. Unos creemos que para liberar al mundo del yugo nazi y japones y otros creen que para alimentar su maquinaria belica…

  6. El ataque cogió a USA totalmente desprevenidos, y fue una suerte que no sufrieran más daños, ya que sólo 2 acorazados quedaron inutilizados, de los 8 que había fondeados, y los portaviones no estaban esa mañana por pura casualidad ( estaban de maniobras)
    Los americanos ni siquiera sabían quienes eran los atacantes. Algunos pensaron que eran aviones rusos de visita a la base provinientes de un portaviones, por los discos rojos en las alas de los aviones japoneses. ( El desconocimiento llegaba a ni plantearse un ataque japonés, no saber que los rusos no tiene discos en las alas sino estrellas y tampoco tenían portaviones)

    Esto está documentado y se puede leer en cualquier comentario de pearl harbour en un libro de historia, sale en todos, junto la anécdota de un oficial americano que vio acercarse un avión japonés, desenfundó su pistola y, mientras se quedaba quieto en frente del picado del avión, le disparaba. Ni derribó el avión ni el avión le acertó con las ametralladoras, pero después el piloto japonés dijo que había sido el hombre más valiente que se había encontrado jamás.

    Así pués, creo que la idea de que " se dejaron atacar" es un poco ingenua, en mi poinión, claro.

    Un saludo

    Mario

  7. … y otra archiconocida, los americanos tenían un radar que detectó a los aparatos japoneses acercándose a la isla. COmo eran unos 400, el radar se llenó de puntitos. Cuando el responsable oyó la noticia que le daban, ni se le ocurrió pensar que eran aparatos reales, pensó que era una avería y le dijo al operador de radio "olvídelo".

    Ciertamente, no todos habían sido tan ingenuos. Por parte de altos mandos se había hecho ver la necesidad de reforzar las defensas de la base, se habían instalado radares, redes antitorpedos, etc, pero el personal medio y de base, y muchos altos mandos, ni remotamente pensaban en la posibildiad de un ataque.

    Luego, a toro pasado, es facil ver los errores.

    Mario

  8. Gracias por esos comentarios.

    Joe, efectivamente aquellas cargas de profundidad cumplieron con su cometido.

    Mario, estoy de acuerdo básicamente con lo que dices. En cualquier caso, también es cierto que tanta dejadez y autoconfianza deberían requerir alguna explicación por parte de alguien. Se habían tomado algunas medidas, pero claramente insuficientes. Es más, estaban preparados para luchar con otros métodos y armas.

    Por cierto, los aviones del radar fueron tomados por un grupo aviones de EEUU que debían llegar del continente aquella mañana. Al menos así lo he leído yo en algunas ocasiones.

    Saludos.

  9. vitike, los aviones que se esperaban era un grupo de B17E que ivan hacia Pearl Harbour, como bien sale en Tora, Tora, Tora, el que estaba de guardia los confundio, en esa epoca el radar era muy primitivo y aun no lo dominaban bien, si hubieran estado mas entrenados (podrian haber pedido ayuda a los primos ingleses que estaban mas avanzados y tenian experiencia) podrian haber determinado que las señales de radar venian del lado contrario al continente.
    Por cierto, curiosidad sobre los B17E, realmente aterrizaron en pleno combate? y por cierto en tora tora tora se ven B17F, con torreta ventral, cuando este modelo salio un año mas tarde

    Gracias por tu web, esta genial

  10. Es completgamente falso que el ataque al Puerto de la Perla cogiese a Estados Unidos completamente por sorpresa, como tampoco le cogió por sorpresa el ataque a las Torres Gemelas de Nueva York, del que conocían hasta la furgoneta en la que presuntamente llegaron al aeropuerto los presuntos terroristas, nada de lo cual se ha demostrado hasta ahora.

    En agosto anterior el Presidente Roosevelt había pedido al Congreso la declaración de guerra contra Alemania, que estaba atacando a Gran Bretaña (que, a su vez, había colaborado con Francia, que declaró la guerra a Alemania por haber invadido a su aliada Polonia, algo que era inevitable si se quería que Hitler acabase con la Unión Soviética) y a Japón, que estaba atacando a China, donde Estados Unidos tenían enormes intereses económicos, especialmente en el monopolio de venta de petróleo, ya que la Ley de Neutralidad, aprobada por la mayoría republicana, que impedía el envío de “asesores” militares, tropas y venta de armas y petróleo a los países en guerra (lo que no se cumplió “vendiendo” petróleo, a crédito, a Franco, pero no a la República, por considerar que una guerra civil no era una verdadera guerra, ni a Mussolini, cuando estaba invadiendo Sudán, lo que los italianos denominaban Abisinia, según el nombre antiguo griego, entonces colonia británica, para unir sus posesiones en Somalia y Eritrea con las de Libia) lo estaba estorbando.

    La mayoría republicana se negó a implicarse en una guerra que decían que no les afectaba. En realidad, como hicieron en 1.917, estaban esperando que los europeos, especialmente los soviéticos, desgastasen suficientemente a los agresores y que éstos cometiesen algún error (como el hundimiento del buque de transporte Lusitania, por un submarino alemán) para que les sirviese de justificación y quedarse con todos los mares y casi todos los Continentes del mundo, continuando su estrategia de la Iª Guerra Mundial, aunque ya había habido otras guerras que podrían considerarse mundiales.

    Como reacción, Roosevelt aprobó la Ley de Préstamos y Arriendos (Loan & Leasse Act) por la cual no era necesario que vendiese ni regalase nada a los contendientes, sino que podía prestarles o alquilarles buques viejos (50 Destructores, que resultaron imprescindibles para resistir la ofensiva submarina alemana) o aviones por un dólar cada uno (más tarde se emplearía para forzar la entrega de fábricas, sin necesidad de expropiarlas ni hacerlas empresas estatales, por el mismo precio) o petróleo a cambio de que los devolviesen intactos u otros equivalentes, lo que el Plan (del General) Marshall, entonces Secretario del Tesoro, evitó, ya que tal requisito resultaba entonces de imposible cumplimiento sin arruinar a sus aliados.

  11. Concedió licencia a un inmenso número de pilotos que fueron contratados por los fabricantes estadounidenses (a cambio de contratos de suministros al Ejército) los “Tigres de (el General) Chenault”, para que operasen sus aviones (presuntamente comprados por el fascista Chang-Kai-Check, aunque nunca llegó a pagarlos) en China, contra los japoneses.

    Cuando Japón pactó con Hitler quedarse y defender las posesiones francesas en Indochina, pero sobre todo las Indias Orientales Holandesas (actual Indonesia) que producían petróleo, el Gobierno de Estados Unidos, saltándose a la torera la Constitución y la Ley de Neutralidad, bloqueó el comercio con dicha potencia del Eje Berlín-Roma-Tokio, que atravesaba el mundo, tanto para los productos estadounidenses como de cualquier otro país, y le dio un plazo de 3 meses (igual que había hecho Francia respecto de la invasión de Polonia, sólo que en su caso fue de estrictamente 4 días, si bien no llegaron a atacar a Alemania, dándole 6 meses decisivos para que fabricasen armamento suficiente para que machacasen a su país en sólo un mes) para que abandonasen dichas posesiones bajo amenaza de declaración de guerra.

    Así que, por analogía a lo hecho por Francia, la declaración de guerra sería “automática” a las 12 de la noche del 8 de diciembre. Los Estados Unidos habían robado el Código Púrpura de claves secretas japonesas, y diseñado una máquina transcriptora electrónica, de modo que podían conocer los mensajes que recibía la embajada de Japón en Estados Unidos antes que lo transcribiese dicha embajada.

    Sabían que iban a declarar la guerra, y que era imperioso que la presentasen antes de las 9 de la mañana, por lo que conocían exactamente el día y la hora en que se iba a producir el ataque. El Puerto de la Perla era la Base Aeronaval más importante de Estados Unidos en el océano Pacífico, además de la de San Diego. Comprendiendo que la amenaza de declaración de guerra obligaría a Japón a invadir primeramente las islas Jauaii (y las Aleutianas) como trampolín para atacar el continente, se llevaron a dicha base todos los vetustos acorazados de la Iª Guerra Mundial, desde San Diego, así como 4 de los 5 Portaviones que tenía Estados Unidos en el Pacífico.

    También tenían otro, más viejo y menos operativo, con menos capacidad, en el Atlántico, protegiendo las Flotas que reabastecían a Gran Bretaña con suministros estratégicos, especialmente petróleo y aviones, según la Ley de Préstamos y Arriendos. Sin embargo, simultáneamente, ordenaron al Jefe de la Base que protegiese dichos buques con redes antitorpedo, lo que éste incumplió por considerar que entorpecían las maniobras en un puerto ya abarrotado de buques y excesivamente estrecho.

    Más tarde sería juzgado en un Consejo de Guerra secreto por ello, aunque se disolvió anticipadamente, sin emitir sentencia, por considerar que, iniciada la guerra, podía mermar la moral bélica de los estadounidenses, y descubrir que sospechaban que el Puerto de la Perla iba a ser atacado y no se tomaron medidas adecuadas para protegerlo. Sin embargo tal Jefe de la Base fue destinado a puestos burocráticos, y no volvió a recibir ningún otro mando sobre tropas durante toda la IIª Guerra Mundial ni hasta su jubilación.

  12. Dicha Base mantenía sus puertas abiertas, incluso a la amplia población japonesa en tales islas, incluyendo miles de vendedores ambulantes, sabiendo que Japón recibía informes secretos del movimiento de sus buques. Tres días antes del ataque un transatlántico estadounidense acercándose a tales islas telegrafió a la Base que había detectado multitud de señales de radiofrecuencia, así como música japonesa, en una zona oculta por una inmensa borrasca, con tormentas y nubes negras, concluyendo que podía tratarse de una Flota de invasión.

    El cablegrama se recibió el viernes por la tarde, fuera de horas de oficina, pero como a nadie se le ocurrió indicar que se trataba de un comunicado urgente, se repartió el lunes, al día siguiente del ataque. El día antes del mismo se ordenó el cierre de las puertas de la Base a toda persona civil no autorizada para entrar en tales instalaciones, y se encomendaron, después de varias semanas inactivos, a todos los Portaviones, que realizasen misiones de escolta o transporte de aviones a islas vecinas, como a Midway, a “mitad de camino” entre Japón y Estados Unidos, en medio del océano Pacífico.

    El primero de dichos Portaviones estaba de vuelta una hora después de concluido el segundo ataque. Los demás estuvieron de regreso menos de cuatro horas después, con lo cual hicieron imposible el tercer ataque y la invasión de las islas, una vez perdido el “factor sorpresa” ¿Lo hubo alguna vez?

    Los japoneses habían elegido el día del ataque, además de por ser domingo, el día que expiraba el plazo para la declaración de guerra por parte de Estados Unidos, porque dicho día estaba previsto un ejercicio de bombardeo en masa en medio del mar, de modo que las escuadras de aviones japoneses fueron confundidas por los operadores de Detección y Seguimiento mediante Amplificación de Radiofrecuencias (R.A.D.A.R. en siglas inglesas) con la formación de bombarderos pesados que volvía de su ejercicio.

    Igualmente en el ataque estadounidense contra Tokio, la “Incursión (o Raid) de (el Coronel) Doolittle”, se escogió un día en que estaba previsto un simulacro de rechazo de un ataque aéreo, de forma que toda la artillería antiaérea sobre Tokio y los aviones destinados a su defensa estaban cargados con munición de fogueo.

    Por ello, para reducir peso, ya que el pequeño Portaviones que los transportaba fue descubierto antes de tiempo, fuera del alcance previsto para los aviones, bajo una tempestuosa borrasca que los ocultaba, pudieron sustituir todas las ametralladores de los bombarderos medios estadounidenses, que se consideraba imposible que pudiesen despegar de un Portaviones, más aún cabeceando por un temporal, con su carga completa de bombas y adicional de bidones de gasolina en todos sus pasillos, por palos de fregonas pintados de negro.

  13. Igual que durante la demolición de las Torres Gemelas de Nueva York, día en que coincidieron 20 ejercicios y simulacros, incluyendo la concentración del F.B.I. y servicios antiespionaje en una convención en California (al decretarse el cierre del espacio aéreo se les impidió participar en el análisis y seguimiento de los aviones sospechosos de haber sido secuestrados) ejercicios militares en Irlanda, a donde se remitieron los más modernos aviones de la Defensa Aérea de la Costa Este, de forma que no tenían cazas de suficiente autonomía, capacidad de maniobra y vuelo lento como para derribar a aviones de pasajeros (en realidad si tenían dos: pero a uno se le dio un plan de vuelo erróneo que lo desvió del presunto objetivo, de modo que, cuando corrigió el rumbo, ya no pudo darle alcance, y el otro consiguió el único derribo del día, a otro avión de pasajeros del que no había evidencias, igual que los demás, pero menos aún, de que hubiese sido secuestrado, y que no pasaba por ningún posible “objetivo”) un simulacro de ataque termonuclear, lo que obligó a anular todas las vacaciones del personal médico y sanitario de Nueva York, un simulacro de ataque vírico contra el ferrocarril suburbano metropolitano, lo que permitió su rapidísimo desalojo, la limpieza de alcantarillados en las proximidades de las Torres Gemelas por parte de los bomberos, o una convención de policías a 15 kmtrs. de Nueva York, lo que permitió el inmediato desalojo de las carreteras colapsadas.

    Había previstas dos señales diferentes: To-To-To (“Sorpresa-Sorpresa-Sorpresa”) indicaría que se había conseguido el ataque sin que hubiese una organizada defensa antiaérea, pero que los Portaviones no estaban atracados, por lo que la invasión de las islas podía ser dificultosa, había que bombardear los depósitos de combustibles, las pistas de aterrizaje y los talleres de reparaciones, para impedir la resistencia de las islas; y Tora-Tora-Tora (“Tigre-Tigre-Tigre”) que significaba que los Portaviones habían sido descubiertos y hundidos en el primer ataque, por lo que la defensa de las islas sería imposible y no había que destruir tales objetivos, ya que los japoneses podrían utilizarlos en su propio beneficio.

    Cuando el Almirante Nagumo, ante los informes de los primeros aviones que regresaron, descubrió que la clave empleada era errónea, se asustó, pensó que había caído en una trampa, que los Portaviones estadounidenses regresarían, forzándole a una batalla aérea, que, con la ayuda de los aviones con base en tierra (aunque quedaban muy pocos que no hubiesen sido destruidos) podía darle ventaja numérica al enemigo, y la borrasca que lo ocultaba cambió de dirección, por lo que decidió abortar, no sólo la invasión de las islas, sino el tercer ataque que ya se tenía preparado, sustituyendo los bombarderos por cazas para la defensa aérea, almacenando las bombas para su protección frente a ataques, y huyó bajo la misma borrasca que lo había ocultado hasta entonces.

    1. Solamente una precisión. No estaba prevista una invasión; No viajaban tropas de tierra en la flota que atacó pearl harbour. Lo que si estaba previsto, inicialmente, era una tercera oleada de bombardeos que, cautelosamente, ante el desconocimiento del paradero de los portaaviones norteamericanos, se anuló (dado que, surante la segunda oleada, ya se avistaron aviones en vuelo radicados en portaaviones norteamericanos). Un saludo.

  14. Al volver a Tokio, el Almirante Yamamoto, el más inteligente de la cúpula militar japonesa (sería asesinado por una escuadra de cazas de largo alcance estadounidense cuando realizaba un vuelo de inspección de las instalaciones en Nueva Guinea, al parecer mediante un exceso de información radiada, tal vez por sus propios enemigos dentro del ejército japonés) que se había opuesto a la declaración de guerra contra Estados Unidos, a la invasión de China, a la toma de posesión de los pozos de petróleo holandeses y al ataque al Puerto de la Perla (aunque, finalmente, fue él quién lo diseñó, pero oponiéndose a que lo dirigiese Nagumo, el más viejo de los Almirantes en servicio, que no era piloto y desconocía las tácticas aéreas) lo sometió a un Consejo de Guerra secreto.

    Pero la cúpula militar, que lo odiaba por su constante oposición a sus planes (temiendo que lo asesinaran, Yamamoto vivía en el Acorazado Yamato, su buque insignia, el buque más grande construido hasta los Portaviones propulsados por desintegración del núcleo atómico durante los años 60, con coraza de medio metro de espesor, que los estadounidenses terminarían hundiendo mediante un ataque combinado de bombarderos pesados, bombarderos-torpederos y submarinos) le prohibió seguir adelante, presentando al dubitativo e incluso cobarde Nagumo como un héroe, y el ataque al Puerto de la Perla como una proeza, motivo por lo que no se pudo impedir que fuese también el comandante de las Flotas japonesas durante las cruciales batallas del Mar del Coral y del atolón de Midway.

    Tras tales semifracaso y fracaso estrepitoso, Chuichi Nagumo fue destinado al mando de una pequeña fuerza de Portaviones y, tras su derrota en la Batalla de las Marianas, donde Japón se quedó sin su principal fuerza aérea embarcada y, sobre todo, sin pilotos expertos, por lo que, a partir de entonces, debió emplear tácticas suicidas (los llamados "kami-kase" o "viento divino", a imitación del huracán que dispersó la Flota de invasión coreana-mongol) se suicidó ritualmente, mediante la ceremonia del jarakiri, clavándose un cuchillo samurai en el vientre, si bien su colaborador en el ritual, en lugar de cortarle la cabeza de un tajo, con el sable samurai, lo remató de un disparo en la nuca.

    Sabiendo que toda la noche anterior estuvo funcionando la chimenea de la embajada, según informaron los servicios secretos que la espiaban, lo que demostraba que estaban quemando la documentación secreta, se hizo esperar al embajador japonés, desde las 8 de la mañana (hora de las islas Jauaii) durante una hora en la antesala del Secretario de Estado, cuya entrevista había acordado tres días antes, para poder decir que el ataque se había producido sin previa declaración de guerra, igual que hace Estados Unidos siempre, en todas sus invasiones y ataques, desde entonces, hasta que se confirmó que el bombardeo del Puerto de la Perla se había iniciado, apresándolo directamente e internándolo en un campo de prisioneros, incumpliendo el Derecho Internacional, junto con casi toda la población japonesa o de ascendencia (incumpliendo el "Tenga el Cuerpo" o "Habeas Corpus" de la Constitución de Estados Unidos) japonesa, antecedente de la actual vergüenza de Guantánamo, en la bahía de la guajira guantanemera.

  15. Raromerol se ha lucido. Buena información, verídica, precisa. Así fue. EE.UU. estaba informado de todo. El Congreso no quería entrar a la guerra, ellos decían que la guerra de los europeos debían resolverlo los europeos. Además tenían a la población en contra. Pearl Harbor, sirvió de pretexto a los militares para que el Congreso les diera todo el poder para hacer y deshacer con respecto a la guerra. Hubieron muchos intereses. Económicos, políticos, geopolíticos… todo fue maquinado para que EE.UU. saliera ganador en todo sentido.

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