Los cuadrados mágicos

La historia de los cuadros mágicos nos lleva de vuelta al mundo de la fantasía, pero esta vez no iremos más allá y nos quedaremos en las cuestiones puramente históricas. Antes de nada debemos de aclara que un cuadrado mágico no es más que una matriz de números en las que las sumas en horizontal, vertical o diagonal, suman la misma cifra. El primer cuadrado mágico del que se tiene constancia estaba en las ruinas del templo indio de Khajuraho, del siglo XI. Y de este primero podemos saltar a uno de los últimos, presente en la Sagrada Familia de Barcelona. Este es el cuadrado de la Fachada de la Pasión de dicha catedral, diseñada por el escultor Josep María Subirachs:

1 14 14 4
11 7 6 9
8 10 10 5
13 2 315

Como decíamos, todas las sumas, en horizontal, vertical o diagonal suman lo mismo. En este caso 33, la edad que tenía Cristo durante la Pasión, buen número para la fachada de la Pasión.
Pero el cuadrado mágico más famoso es el que introdujo Durero en su grabado titulado “Melancolía”. En este caso, la suma de las celdas de la matriz da como resultado 34. Pero también tenemos 34 si sumamos las submatrices que se forman al dividir el cuadrado mágico en 4 subcuadrados, a partir de sus líneas horizontales y verticales centrales. Hay más combinaciones para sacar 34 en este cuadrado y además, en la última línea tenemos la fecha de realización de la obra si tomamos las dos celdas centrales: 1514.

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